Un peculiar ser dejó este mundo. Así como hace cinco meses te informamos con mucho pesar sobre la muerte de Yoda, que era considerada la perrita más fea del mundo, ahora te informamos sobre el deceso de SpongeBob, uno de los gatos más gordos de la historia.
Esta lamentable muerte ocurrió el pasado 3 de agosto, y es que debido al cuerpo rechoncho de SpongeBob fue imposible operarlo de un bulto que tenía en el corazón.
SpongeBob llegó al refugio ‘Animal Heaven’ después de que su primer (y anciano) dueño se mudara de casa, y dejará al pobre gato sin hogar. Lo primero que les sorprendió en el refugio fue el descomunal peso de SpongeBob. Inmediatamente lo pusieron a dieta y le dieron una alimentación más balanceada.
Debido a su peculiar aspecto (nadie sabe por qué engordó tanto), este minino adquirió fama mundial después de aparecer en una gala benéfica para recaudar fondos para el refugio animal. Esta popularidad ocasionó que hace apenas unos meses, SpongeBob fuera adoptado por una joven pareja neoyorkina.
Desgraciadamente, para cuando este pintoresco minino llegó a su nuevo hogar ya no podía limpiarse por sí mismo y tenía graves dificultades para caminar. Al momento de su muerte pesaba cerca de 13 kilos y medio.
“Teníamos grandes planes para él como parte de nuestra familia”, dijo su dueña, quien dijo que trataban a SpongeBob como si se tratara de un hijo.
Se nos fue un grande, en toda la extensión de la palabra. Descansa en paz SpongeBob.