En 1950 Brasil fue sede de la Copa del Mundo, después de sesenta y cuatro años nuevamente el país sudamericano será el punto sobre el que todo aficionado al fútbol colocará su vista -es un decir, el mundial del 50 no fue televisado- y la ciudad de Rio de Janeiro cobra más importancia para la justa, ya que ahí se disputará nuevamente el partido que decidirá al campeón del mundo.
Río puede decir que desde que fue sede mundialista en 1950 hasta ahora, triplicó su población de 2.3 a 6.4 millones. También de tener un carro por cada 40 habitantes ahora cuanta con 2.5 millones de vehículos, hecho que puede verse en lo transitado de las principales vías, como la Avenida Presidente Getulio Vargas, inaugurada en 1944:
Este año Rio tratará de olvidar el fantasma del “Maracanazo”. En aquella histórica derrota el estadio Maracana estaba recién construido. Ahora podremos observarlo totalmente renovado y con todo una infraestructura a sus alrededores.
En 1950 se recibieron aproximadamente 50 mil turistas… este 2014 la cifra se ha ido por las nubes: cerca de 600 mil visitantes podrán disfrutar de mucho fútbol y de las playas brasileñas, como la de Leblon que pese al paso de los años continúa casi igual. Bueno, la favela de Vidigal (al pie del Cerro Dois Irmãos) ha crecido bastante.
En Copacabana las cosas también han cambiado. La estructura hotelera ha aumentado considerablemente… así como los costos.
Otro punto emblemático de Rio es el Túnel del Pasmado, en Botafogo. Hace 64 años sólo podía verse la favela con el mismo nombre, ahora la vegetación es la que ocupa ese espacio, el cual ha sido nombrado como Mirador del Pasmado.
Aunque Rio de Janeiro se ha urbanizado totalmente, todavía se conservan casi intactos puntos representativos de la ciudad, como el Reloj del Barrio de la Gloria.
Como pueden darse cuenta, Río aún conserva mucha de su tradición carioca… por cierto, el gentilicio erróneamente se usa para denominar a todos los brasileños, cariocas sólo son los de Río de Janeiro.
*Vía O Globo / Fotografía: Agencia O Globo
