Un tremendo video aparece en la prensa de Estados Unidos. Más allá de la cobertura mediática gabacha —que a todo mundo le pone una cámara encima—, una entrevista reciente dejó a todos sorprendidos. El papá del tirador del Club Q, un bar LGBT en Colorado, comentó sobre las acciones violentas de su hijo de 22 años.
¿Lo ridículo? A pesar de que el joven mató a 5 personas y ha dejado a más de 20 heridas, esa no era su principal preocupación.
“Cuando empecé a escuchar que estaba involucrado en un tiroteo en un bar gay me espanté. Mierda, ¿será gay?”, expresó el padre del atacante. “Después supe lo que pasaba. Fuif, al menos no es gay”.
El papá del tirador aseguró que era mormón y que se identificaba como conservador republicano. En un momento de la entrevista, cuando los periodistas le recuerdan que su hijo cometió un tiroteo masivo en un bar LGBT de Colorado, el hombre afirma que “no tiene excusas”, pero vuelve a encontrar un extraño consuelo repitiendo que “al menos no es gay”.
Todas estas frases aparecieron en una entrevista de CBS y el segmento completo es una locura.
El señor se llama Aaron Brinks y no tenía una relación con su hijo. De hecho, en la plática cuenta que fue hace seis años que el joven —que después sería el tirador— se cambió el nombre a Anderson Aldrich, como era reconocido en los noticiarios mundiales.
Brinks asegura que la mala relación con el joven empezó por sus problemas con las drogas, su adicción a la metanfetamina, su aparición en un programa de reality que se llamaba ‘Intervention’ y después, tuvieron más problemas por su trabajo como actor en la industria porno.
En otro momento de la entrevista dice que desde joven había impulsado el comportamiento violento en su hijo por que “conseguías resultados inmediatos”.
Eso sí, después de unos minutos, el papá del tirador del Club Q comienza a entender la gravedad de la situación.
“No hay excusas para matar a las personas. Esa no es la solución”, decía el señor Brinks antes de disculparse con las familias de las víctimas e incluso con su hijo. “Lo siento por su pérdida. Las vidas de las personas eran valiosas. Eran buenas personas. No tenían que morir y lamento haberle fallado a mi hijo”.
Mientras tanto, Aldrich espera en la cárcel la posibilidad de cinco cargos de asesinato. Antes de enfrentarse a la Corte pidió que su género no fuera presentado públicamente porque se identifica como no binario.