Mientras la empresas familiares del exgobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, se iban a la quiebra y tenían casi 100 denuncias por incumplimiento de pago a proveedores, él le hacía a su hijo, Luis Armando Reynoso López («el princeso»), depósitos de, por lo menos, 58.2 millones de pesos y gastaba 4.5 millones de dólares en propiedades (un veinteañero millonario).
Las empresas de los Ruinoso Reynoso que estaban quebradas y endeudadas son: Vivendum de México Sa de CV y REFE Grupo Inmobiliario SA de CV, dedicadas al desarrollo de vivienda.
Las denuncias fueron interpuestas tanto por particulares, como por bancos y promotoras inmobiliarias.
Además, Vivendum, empresa en la que aparece como representante el hermano del exgobernador, fue demandada en el 2009 en Zacatecas por vecinos del fraccionamiento Privada El Edén, por la mala calidad de las viviendas (además de todo malhechotes).
El 17 de junio pasado, Reynoso padre declaró que a la mitad de su sexenio (2004-2010) dejó en manos de su hijo los negocios familiares (como si con esa declaración pensaramos que los gastos de su hijo eran del dinero de la familia). Pero la realidad fue que el «princeso» no entró sino hasta el 2009 a los negocios, mientras que los domingos millonarios de su padre comenzaron en abril del 2008 y terminaron en 2010 (es decir, no es que ese dinero fuera fruto del negocio inmobiliario, además es muy curioso que hayan terminado las ganancias millonarias al mismo tiempo que terminó el mandato de su padre).
Así, el dinero de la familia no proviene del buen olfato que tienen para los negocios, o la inteligencia empresarial, viene más bien de lo que diría mi abuela: «las malas mañas».
El periódico Reforma sacó a la luz que en el 2009 en sólo tres meses el hijo del exgobernador panista compró cuatro casas, un terreno de 26 hectáreas y un predio de uso industrial en San Antonio, Texas (¿Por qué no? ya que estamos de compras) (todo esto a la tierna edad de 26 años).
Además, el periódico menciona que un mes antes de realizar estas compras millonarias, el joven Reynoso creó tres empresas (era un joven emprendedor, como dirían ahora), las cuales utilizó para la adquisición y el pago de impuestos de las propiedades.
Reporte índigo hizo el siguiente video de 2:18 minutos en los que aparece el hijo del exgobernador y en el que explica de manera rápida el caso:
Ésta es la escandalosa fiesta que presentamos el año pasado en Sopitas.com y en donde mostramos los excesos del «princeso» a la hora de gastar el dinerito que le daba su papá.
Ahora ambos, padre e hijo, están acusados de varios delitos que tienen que ver con desvío de recursos, enriquecimiento ilícito y peculado.
Este lunes se venció el plazo del exgobernador para depositar una fianza y seguir su proceso en libertad, pero el señor no sólo no la pagó, sino que impugnó la cantidad de ésta (que era de 11 millones) (Claro, supongo que se le hizo caro al señor que le daba 54 millones de domingo a su hijo).
Reynoso padre también está involucrado en una averiguación previa por estar relacionado con la desaparición de dos aparatos de espionaje que fueron adquiridos por la Procuraduría General de Justicia, con un monto de 25 millones de pesos (parece que a esta familia le dicen «millones» y hasta les cosquillean las manos).
A ambos se les investiga por lavado de dinero (ya saben por andar comprando tantas propiedades en el extranjero en tan poco tiempo, como que les urgía meter ese dinero en otro lado).
Como diría Pompín Iglesias: ¡Qué bonita familia! ¡Qué bonita familia!
