Dejando atrás la vieja escuela, el crimen organizado de Reynosa, Tamaulipas, le medía los pasos al Ejército y a la policía local no por medio de los clásicos soplones, sino a través de un sistema de cámaras de video de alta tecnología.
Así lo dio a conocer el Grupo de Coordinación Tamaulipas… pero ya fueron desinstaladas las cámaras que conformaban la amplia red de “narco-espionaje” que cubría por lo menos 52 puntos estratégicos en la ciudad: “Los 52 puntos de videovigilancia desmantelados estaban ubicados frente a instalaciones de la Octava Zona Militar, Marina, PGR y Fuerza Tamaulipas”.
El Big Brother criminal estaba conformado por 39 cámaras, las cuales fueron retiradas por las autoridades… sumadas a las 18 recogidas por los propios criminales, quienes al notar que el operativo para la desinstalación del equipo estaba en marcha, optaron por llevarse las cámaras, las cuales estaban colocadas en postes de CFE y Telmex.
Según informa Reforma, el equipo de videovigilancia transmitía vía internet y era propiedad del Cártel del Golfo. Las cámaras contaban con módem, tarjeta de video e incluso fueron descubiertos puntos de “halconeo” desde los que se podía operar simultáneamente cinco equipos.
Aunque no se sabe desde cuándo el grupo criminal espiaba al Ejército, el hecho fue descubierto después de que el capo José Hugo Rodríguez Sánchez “El Gafe”, fue detenido el pasado mes en medio de una jornada violenta aderezada con bloqueos, balaceras e incendios de vehículos en varias zonas de la ciudad.
Tampoco se ha anunciado qué sucederá con el equipo confiscado y qué tipo de información el Cártel del Golfo logró conseguir con él, aunque se señaló que la mayoría de las cámaras aseguradas eran utilizadas para vigilar una base del ejército, mientras que otras captaban el exterior de las oficinas del procurador local y de algunas agencias del gobierno.
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