El sábado por la noche, circuló la noticia de la supuesta liberación de Jesús Reynaldo Zambada García, El Rey Zambada, y Lucero Guadalupe Sánchez, La Chapodiputada… y claro, los tuit de “así no, AMLO” comenzaron a salir por montones. Pues bueno, ahora tendrán que borrarlos.
De acuerdo con Alan Feuer, periodista del New York Times cuyos tuits dieron inicio a las fake news sobre la liberación del Rey Zambada y la Chapodiputada, la confusión fue producto de la opacidad con la que se han conducido las autoridades de Estados Unidos. “Si el gobierno de los Estados Unidos fuera mejor sobre la presentación de decisiones de sentencia en público, no habría confusión”.
Lo que Feuer informó el sábado fue que El Rey Zambada y la Chapodiputada, además de Jorge Milton Cifuentes Villa, y no figuran en los registros del Buró Federal de Prisiones de los Estados Unidos (BOP)… esto, luego de haber sido testigos en el jucio contra Joaquín, El Chapo, Guzmán.
Según la revisión que Feuer hizo de los archivos de la BOP, los archivos del hermano mayo del Mayo Zambada, de la exdiputada que visitó en prisión al Chapo, así como de varios personajes involucrados en el juicio contra exlíder del Cártel de Sinaloa están sellados… pero sólo eso. Sin embargo, de ahí se agarraron diversos medios para asegurar que los susodichos ya están libres.
“Mi punto no fue que estos acusados habrían sido liberados (excepto quizás por Jorge) sino que ya no están bajo custodia de la prisión y no sabemos dónde están porque casi todo sobre ellos está sellado. La confusión, diría, proviene de la opacidad de los archivos”, aclaró Feuer, cuya voz en este caso es autoridad, ya que es uno de los periodistas que dio seguimiento puntual al juicio contra El Chapo Guzmán.
Por su parte, la periodista Dólia Estévez agregó que, si ahora El Rey Zambada y la Chapodiputada ya no están en la lista de la BOP, no es porque estén en libertad… sino porque sus casos fueron turnados a otra agencia federal o a otro programa de testigos protegidos… nomás que la opacidad impide saber qué ha sido de ellos.
Además, según explica La Jornada, en caso de que hayan sido liberados, las autoridades los tienen que entregar a la justicia mexicana, ya que los susodichos tienen cuentas pendientes en nuestro país.