Después de un día con los mismos contrastes que en la última pelea de Ronda Rousey, lo que muchos se preguntan es “¿siempre sí irá EPN al encuentro con Donald Trump?” Y ya hay respuesta. No oficial, pero sí de boca de nuestro aprendiz de canciller, Luis Videgaray.
En entrevista concedida para Noticieros Televisa (entonces sí es oficial, ¿no?) el flamante titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que, después de un día de “contrastes”, el encuentro EPN/Trump, programado para el próximo 31 de enero, sigue en pie. Esto pese a que políticos, figuras públicas y, claro, el amable público, ha pedido que mejor ni vaya, dadas las recientes y muy manchadas acciones que ha emprendido el republicano.
‘La reunión entre los presidentes (Peña y Trump) sigue confirmada para el próximo martes’: @LVidegaray #10EnPunto https://t.co/M16WotqazD pic.twitter.com/VkjsG27ER2
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 26 de enero de 2017
¿Contrastes?, ¿entonces no estuvo tan mal todo lo de ayer? Bueno, aunque lo hecho por Trump desde la noche del martes parece muy claro y nada benéfico (es más, ni siquiera cordial) para México, Videgaray dice que son “señales difíciles de asimilar y de entender”:
Mandó un tuit en el que aseguró que el muro fronterizo iba a construirse.
Big day planned on NATIONAL SECURITY tomorrow. Among many other things, we will build the wall!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de enero de 2017
Firmó las órdenes ejecutivas. Es decir, oficializó la construcción.
Salió a dar un mensaje en cadena nacional en el que, además de reiterar que Estados Unidos volverá a tomar el control de sus fronteras, anunció que se eliminarán las “Ciudades Santuario” (donde se daba un trato menos discriminatorio hacia los migrantes), se deportará a los migrantes que sean detenidos y que cuenten con antecedentes penales (ya no serán liberados en la frontera, sino mandados directito a su país de origen) y, para que esta acción tenga más peso, se otorgará facultades a las autoridades estatales y locales para realizar funciones de oficiales migratorios. Además, se contratarán 5 mil agentes para reforzar la seguridad de la frontera con México.
Para rematar, en la noche se difundió una entrevista en la que aseguró que el mentado muro será pagado por los mexicanos: “Nos pagarán de alguna forma, quizá de una forma compleja. La construcción comenzará, diría en meses. La planificación empezará inmediatamente”.
¿En serio?, porque minutos antes de difundirse esta entrevista (la primera que concede Trump ya como presidente de los Estados Unidos) EPN mandó un mensaje en el que de nueva cuenta rechazó el pago. “Tiene que decir eso. Pero te estoy diciendo que habrá un pago. Será de una forma quizás complicada (…) Creo que será bueno para los dos países y que la relación será mejor de lo que ha sido nunca”, reiteró Trump.
… y todo, el día en que llegó Videgaray a Estados Unidos para tener (apenas) los primeros acercamientos con el equipo de Trump. ¿Qué buen remojo, ¿no?
Cuestionado por Denise Maerker de si no le ardió el nada cordial recibimiento que le dio el gobierno de Trump, Videgaray comentó que la gente del republicano le aseguró que no fue mala onda, sino que así ya se había planeado.
“Se nos dijo reiteradamente que no hubo ningún diseño, ninguna intención de hacer coincidir el anuncio con nuestra fecha de nuestras reuniones de trabajo. Se nos explicó que esto es algo que estaba decidido tiempo atrás, que tiene una lógica de los primeros días de gobierno”.
¿Todavía está verde? Pues ahí ustedes decidan. El secretario agregó que, por el lado de Trump, todavía hay intenciones de negociar para llegar a acuerdos “buenos para Estados Unidos y buenos para México”.
Bueno… ¿y lo positivo? De acuerdo con el canciller, Trump es el primer mandatario en reconocer que hay responsabilidad de Estados Unidos para detener el flujo ilegal de armas a México. “Eso no lo habíamos escuchado y mucho menos con esa claridad, en un discurso de un presidente de los Estados Unidos (…) es una señal muy positiva”… ¿Nada más eso? Ahhh y que dijo que a Estados Unidos le conviene “que la economía de México sea fuerte y estable” (ya cómo le hagamos para eso, es nuestra bronca).
Y fue el primer día. Vamos a ver qué tan contrastado se pone hoy.