Hace unas semanas Bethesda lanzó el nuevo juego de Arkane Studios, el cual tuvimos la oportunidad de jugar hace unos días y compartirles lo que nos pareció.
Se trata de un juego en primera persona, el cual te permite controlar a Corvo Atano, el ex guardaespaldas de la emperatriz acusado de asesinarla en Dunwall. Ese es el principio del juego. Consecuentemente Corvo es condenado a muerte, pero la aparición de un extraño cambia las cosas cuando éste le otorga un poderoso regalo que permitirá al jugador convertirse en un asesino con poderes sobrenaturales.
El mundo creado por Arkane Studios nos ubica en Dunwall, una ciudad en un mundo steampunk, donde la tecnología ha conservado una estética renacentista pero ha traído grandes beneficios y perjuicios a la sociedad… De hecho la mayoría de la tecnología avanzada que verán en el juego es usada para el mal. Además de este mundo steampunk, Dunwall está sumido en corrupción, miseria y una plaga que aniquila a barrios enteros sin que el Estado quiera hacer algo para ayudar; en lugar de eso, aíslan a los enfermos y matan a todos aquellos que intenten ir a los barrios que no han sido infectados.
Bethesda y los juegos que ha desarrollado/distribuido no sobresalen en gráficas, sin embargo, la ambición de sus juegos siempre es digna de apreciar. En este juego, así como “Rage”, “Fallout” y “The Elder Scrolls”, no tendrá gráficas que nos apantallen pero el trabajo que dedican a los escenarios, los personajes y las historias compensan y otorgan muchísimos puntos a la entrega.
La historia:
Muchos juegos intentan crear una libertad o consecuencias importantes en las historias y éste es uno de los pocos juegos que lo logran bien. Puedes jugar todo el juego como un guerrero –lo cual no se los recomendamos, pues entonces mucha de la emoción y destreza del juego se pierde– y matar a todos los que se te pongan en frente; otro modo de hacerlo es cumpliendo tus objetivos de manera silenciosa y sin que nadie siquiera se entere de que estuviste ahí –eso si es un verdadero reto que ofrece muy bien el juego. Dependiendo de las acciones y decisiones que tomen en el juego, Dunwall será salvada o aniquilada, habrá más miseria o renacerá la belleza de la ciudad.
En una nota extra de la historia, todo se hace más divertido cuando sabes que muchos de quienes tienes que eliminar –ojo, eliminar, no matar… El juego entero puede ser completado sin matar a los objetivos– son funcionarios corruptos.
Toda la parte de estrategia y destreza es otro aspecto que hace valiosos a este juego. Uno tiene a su disposición diferentes armas y poderes como la teletransportación, posesión, manipulación, ballestas, pistola, espada, entre otras. El jugador puede decidir si viajará por los techos con la teletransportación, si entrará a eliminar a su víctima matando a todos los guardias del palacio o si elaborará planes para que las muertes de los objetivos parezcan accidentes.
El único problema que tiene este juego, que es el mismo que tienen otros títulos de Bethesda, es que ofrecen demasiada libertad. Esto significa que los mundos son inmensos –el lado positivo es que hay mucho que explorar: justo lo que creemos que deben de querer los desarrolladores–, quizá a ustedes les parezca buena idea o hasta les guste esto en los videojuegos, pero a nosotros, tanta libertad, puede hacer que el progreso del juego se alente y se haga un poco aburrido.
No nos malinterpreten, esta libertad también es parte de lo que hace a este juego muy divertido… Hay muy pocas cosas que el sistema no les permitirá hacer.
Pero ya decidirán ustedes. Si ya lo jugaron ¿qué les pareció? A nosotros, con todo y las gráficas aceptables y esta libertad que causó horas de estar deambulando por Dunwall sin ningún progreso, creemos que es una entrega que de verdad nos hace pensar en estrategias efectivas y rápidas para cumplir las misiones: es decir, se los recomendamos si les gustan los juegos de stealth.