El nuevo filme del director español ha causado mucho revuelo en la escena internacional y no es para menos, siempre una nueva entrega de Almodóvar permite que elevemos nuestras expectativas.
En el caso de Los amantes pasajeros, el público debe esperar una película cómica sin que esto signifique que los personajes sean simplones o superficiales, muy por el contrario, la forma en la que está pensada la trama permite que nos internemos en las mentes de los personajes.
Se trata de un grupo de pasajeros que vienen de España a la Ciudad de México. El avión presenta una avería: uno de los trenes de aterrizaje no funciona (gracias al personaje complementario de Antonio Banderas que junto con Penélope Cruz no aparecen más de 3 minutos en pantalla), por lo que en vez de continuar el trayecto trasatlántico, deben dar vueltas para encontrar una pista vacía para realizar un aterrizaje de emergencia. Tal situación provoca que los pasajeros de la primera clase (los de clase turista fueron drogados por las azafatas así que van dormidos) comiencen a hablar entre ellos y con los sobrecargos, movidos un poco por la desesperación y otro tanto por el deseo de no sentirse solos. De esta manera nos enteramos de la vida de cada uno: un estafador profesional, un matón, una vidente, un actor con varios corazones rotos a sus espaldas y una dominatriz que se ha metido hasta con las más preciadas joyas de la corona (si saben a lo que me refiero).
A fin de cuentas, el espectador está intrigado por dos cosas fundamentales. En primer lugar porque poco a poco se va develando la relación que existe entre las personas que abordan el avión, relaciones de cualquier índole: amistosas, de riesgo y también sexuales. Es lógico, ante el riesgo de morir hay quien no duda en liarse con el vecino de asiento o en abrazar por completo su homosexualidad; la segunda razón de interés, claro, es averiguar si realizarán un aterrizaje exitoso o si van a morir en el intento.
La verdad, el ambiente de sexualidad, alcoholismo y drogas permiten crear la atmósfera cómica, pero es justo decir que el humor en este caso no está logrado enteramente. En ocasiones más que a risa, los diálogos mueven a pena ajena. Puede deberse a que el humor ibérico es diferente, pero la película no es constante en ese sentido, más bien tiene buenos chistes aislados. Aun así, es una película recomendable.
Por último, para un público como el mexicano, es interesante ver el papel que juega nuestro país en el filme de Almodóvar. México es un lugar donde es “más seguro” cometer un asesinato según uno de los pasajeros, un lugar de “muchísima violencia” en palabras de otra pasajera. ¿Será que ahora ocupamos el lugar que anteriormente tenían los colombianos en el imaginario internacional? Aguas con eso.
Los amantes pasajeros.
España, 2013.
Director: Pedro Almodóvar.
Actores: Antonio Banderas, Penélope Cruz, José María Yazpik.
Estreno en México: 5 de julio.
