Paolo Cipriani y Massimo Tulli, director general y vicedirector general, del Instituto para las Obras de Religión (Banco Vaticano), respectivamente, presentaron su renuncia trás la detención de uno de los cardenales, Nunzio Scarano, acusado de fraude y corrupción
La dimisión de ambos informó hoy el Vaticano fue aceptada por la Comisión de Cardenales y la dirección de la superintendencia, tras una investigación sobre las supuestas irregularidades de la institución bancaria vaticana.
“El director del IOR, Paolo Cipriani, y el vicedirector, Massimo Tulli, han dimitido de sus cargos. Tras muchos años de servicio, los dos han tomado esa decisión en el mejor interés del instituto y de la Santa Sede”, informó el Vaticano.
El IOR fue fundado en 1942 para administrar toda la lana que ganan en las limosnas y diezmos cada dominguito los recursos financieros que pertenecen a la Iglesia Católica. Es conocido popularmente como Banco Vaticano y ha sido objeto de críticas por estar involucrado en varios escándalos de gestión de sus fondos.
Ernst von Freyberg ayudado por Rolando Marranci, asumirán de manera interina las funciones de director y vicedirector general con efecto inmediato, así como Antonio Montaresi, como responsable de proyectos especiales.
La Autoridad de Información Financiera, organismo creado en 2010 para vigilar la transparencia financiera de la Santa Sede y la Comisión especial creada por el papa Francisco el pasado 26 de junio han sido informados de las renuncias.
