Cero y van dos. A menos de un mes de haber entrado al quite —tras la salida de Luiz Henrique Mandetta—, el ministro de Salud de Brasil, Nelson Teich, presentó su renuncia luego de tener un montón de diferencias con Jair Bolsonaro.
De nueva cuenta, el rollo entre los funcionarios fueron las políticas sanitarias para contener y mitigar el coronavirus en Brasil. Va la sopa.
La renuncia del ministro de Salud
El 16 de abril pasado, Luiz Henrique Mandetta renunció al Ministerio de Salud después de tener un encontronazo con Jair Bolsonaro.
El entonces ministro, había optado por llevar a cabo la cuarentena —para mantener a los brasileños a salvo. Sin embargo, Bolsonaro le dio preferencia a la Economía, llamando a los ciudadanos a no achicarse y salir a chambear.
Luego, Mandetta renunció y al quite entró Nelson Teich… pero duró poco en el cargo. Esta mañana, el Ministerio de Salud de Brasil dio a conocer su dimisión —mediante una breve nota, citando a una conferencia para esta misma tarde.
Las diferencias entre Teich y Bolsonaro
La llegada de Teich al Ministerio de Salud no tenía buenos augurios, ya que el oncólogo no contaba con experiencia en la función pública y fue designado al cargo al estilo haiga sido como haiga sido.
De acuerdo con medios internacionales, las diferencias entre Nelson Teich y Bolsonaro fueron creciendo hasta que tronó el abarrote, cuando el gobierno de Brasil decidió que los salones de belleza desempeñaban actividades esenciales y, por lo tanto, debían abrir en plena epidemia.
Otro de los desacuerdos surgió por el uso de la cloroquina para atender a los pacientes con coronavirus. Según fuentes del gobierno de Brasil, el presidente insistió en que se usara cloroquina para atender a los pacientes con COVID-19 —aunque no se ha comprobado que esta sustancia sea efectiva.
Teich dio su brazo a torcer y aprobó su uso en pacientes que estuvieran en estado crítico.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue la orden para que los gimnasios, las peluquerías y los salones de belleza abrieran durante la epidemia, al ser considerados como actividades esenciales.
Lo peor de todo es que Teich se enteró de esta orden en una conferencia de prensa del gobierno de Brasil —lo que demostró la falta de comunicación entre los funcionarios y el hecho de que nadie está por encima de Bolsonaro.
Hasta el 14 de mayo, Brasil registró 13 mil 993 fallecimientos y 202 mil 918 casos confirmados de coronavirus.