Pues, efectivamente, no era sólo un “berrinche”. Tal como la advirtió hace unos días, el líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Agustín Basave, presentó su carta de renuncia, tras no lograrse acuerdos en torno a las alianzas políticas que propuso entre su partido y el Acción Nacional (PAN).
Pero el asunto no quedó ahí. Además de lamentar el que no se hayan puesto de acuerdo para que los dos partidos de oposición fueran contra el PRI en las próximas elecciones, concretamente en los casos de las que se realizarán en Puebla y Veracruz, Basave acusó que existen miembros del PRD que están al servicio del Revolucionario Institucional.
“Sé que mis malquerientes se van a cebar de mí; los peores, como a los que están al servicio de este PRI-Gobierno, que han elevado la corrupción a niveles históricos, me seguirán calumniando y recurrirán a todo tipo de descalificaciones”.
En la carta que presentó luego de abandonar una reunión con los principales dirigentes del Sol Azteca, Basave lamentó que al interior del partido haya quienes no se arrodillan ni siquiera porque se les aparece la virgen… es decir, que pese a la crisis que atraviesa el PRD, no quieran aplicarse para contrarrestar la situación. Por el contrario, señaló que “quieren convertir a nuestro partido en un satélite del PRI, que pese sobre su conciencia”, sentenció.
En la misma misiva el todavía líder perredista remarcó que por su parte hubo buenas intenciones, incluso “flexibilizó” su postura al bajar su propuesta de alianzas: de ocho estados, bajó su propuesta a seis partidos. No obstante, como no se encogió ante fracciones internas, pues el asunto parece que culminará con su salida de la institución.
“Ningún presidente de partido en ninguna parte del mundo puede sostenerse en semejantes condiciones de debilidad, con su credibilidad como representante de su instituto político seriamente mermada de cara a sus interlocutores externos y si puede sobrevivir tras ser desautorizado a tal grado debe renunciar por elemental dignidad”.
La carta fue entregada al presidente del Consejo Nacional del PRD, Ángel Ávila Romero… ahora sólo queda esperar la respuesta: ver si habrá más negociaciones o de plano van en la búsqueda de un nuevo líder. Uno que se flexibilice más.
