Ya que sólo encontró burlas y nadie comprendió lo difícil que es trabajar en un lugar donde la calefacción no funciona, Luis Fernando Woolfok, el funcionario sonorense que ni con todos los billetes del mundo se logra quitar el calor, renunció a su rimbombante cargo de coordinador operativo de la Oficina del Ejecutivo del Estado de Sonora.
Mediante uno de los videos más tristes que hemos visto en lo que va del año (quizá comparable a Christian Castro en el Vive Latino), Woolfok admite su equivocación: debió usar billetes de a mil para obtener el efecto deseado, además ofrece una disculpa a todo aquel que se ofendió con su abundancia, ya que nunca fue su intención presumir que a él el varo le sobra… pues nomás agarró lo primero que tenía a la mano para abanicarse, ¿ves?
Bueno, ya en serio: en el video que ahora nos hace llegar el acalorado sonorense, señala que todo eso de la abanicada con los billetes fue una broma entre cuates –o a poco no se ve que irradia jocosidad-, pero que uno de sus cuates –seguramente ahora ex cuate-, se le ocurrió difundirlo públicamente. Por tanto, ya que se quemó ante el respetable, ofrece una disculpa y presenta su renuncia como funcionario público.
“Hoy ante ustedes presento mi renuncia, que se la haré llegar al jefe de la oficina del Ejecutivo, John Swanson, y aprovecho además para agradecerle a mi familia que de alguna manera me han apoyado”.
Como seguramente los tiene con el pendiente, Woolfok pide que no se preocupen por él… su destino ahora será regresar al negocio familiar, en el cual ya tiene una sólida trayectoria. Ya casi al borde del llanto termina su mensaje avisando que lo pueden esculcar, él no le debe nada a nadie.