El día de hoy falleció Douglas Engelbart, el inventor del popular “ratón” o “mouse”. Para recordar a este pionero de los dispositivos para comunicar humanos y computadoras, te presentamos un breve repaso por la historia de este roedor electrónico.
En 1952 la Marina de Canadá construyó un dispositivo para que los radares intercambiaran información, se trataba de un primer y rudimentario mouse que tenía como trackball una bola para jugar bolos. En otras palabras se trataba de una rata prehistórica gigante.
El ratón como lo conocemos ahora se empezó a desarrollar en el Instituto de Investigaciones de Stanford (SRI por sus siglas en inglés) en 1968. Ahí Engelbart y su colega Bill English echaron a andar un proyecto que daría como resultado al mouse. Se trataba de un dispositivo de madera con una rueda para la ubicación vertical, y otra para la horizontal.
Sin embargo, el mouse no tomó fuerza hasta 1984, de la mano de Apple. En ese año apareció la primera Macintosh, la cual, además de una brillante interfaz de usuario, incluía un ratón. La empresa de Steve Jobs fue la primera en comercializar exitosamente este dispositivo. Engelbart, por su parte, poco pudo ver de las ganancias de su invento, pues cuando más popular se hizo el mouse la patente ya había caducado.
Los años noventa fueron la edad dorada del ratón. En esos años el roedor de la pantalla se convirtió en un dispositivo indispensable para cualquier computadora casera. Microsoft le agregó la trackball que hoy conocemos, y más tarde experimentó con tecnología LED.
En la última década, el ratón ha cambiado en muchos sentidos. Desde los diseños ergonómicos e inalámbricos, hasta los que funcionan con luz infraroja. Pero el diseño original de Engelbart, en esencia, es el mismo.
En nuestros días el ratón parece agonizar. Entre los smartphones, la tecnología táctil y el manejo por voz, este dispositivo parece haber dado ya lo mejor de sí. No obstante, siempre recordaremos a ese roedor corriendo como desesperado en nuestros escritorios.
Puedes ver la nota sobre el fallecimiento de Douglas Engelbart aquí
*Vía Think big