Lo que necesitas saber:
Un relieve tallado en roca, una pieza prehispánica importantísima, regresó a México después de estar perdida en una tienda de antigüedades en Alemania.
Vemos las fotos de la entrega de esta pieza prehispánica y es inevitable poner atención en las expresiones del personal del INAH, de la SRE y Secretaría de Cultura durante el momento de la recepción —porque, ¿qué otra cara se pone ante una reliquia histórica que regresó a México de una tienda de antigüedades de Alemania?
Por acá les vamos a contar —aprovechando el viaje— la historia de esta pieza prehispánica que no es otra cosa sino un relieve tallado en roca y que representa un craneo de perfil, que formó parte de un muro de cráneos labrados que evoca precisamente a un Tzompantli.
La historia de la pieza prehispánica de un Tzompantli que regresó a México de una tienda de antigüedades de Alemania
Esta pieza prehispánica fue recuperada de Alemania por la SRE vía el Consulado mexa en Frankfurt —porque, si alguien duda, forma parte del patrimonio nacional.
Y a diferencia de los agarrones diplomáticos que México se ha llevado con algunas casas de subasta en el mundo, en el caso del relieve tallado en roca la restitución fue voluntaria.
Todo fue paz y amor con una tienda de antigüedades alemana, que agarró la onda y aceptó el regreso de este relieve que data de los años 750-1244 después de Cristo.
El relieve tallado en roca: una pieza prehispánica valiosa para México
¿Qué sabemos de este relieve que representa un cráneo de perfil y que formó parte de un muro de cráneos labrados que evoca al mismísimo Tzompantli?
Comencemos por recordar que el Tzompantli es una estructura de madera donde el imperio mexica, así como otras culturas, colgaban hileras de cráneos humanos de guerreros o prisioneros que eran sacrificados en las ceremonias.
El Clásico Tardío y Posclásico Mesoamericano
En la escuela nos enseñaron que para ubicar el desarrollo de Mesoamérica, su historia está divida en 3 periodos: el preclásico que data del —chequen nada más— año 2 mil 200 antes de Cristo hasta el 250 después de Cristo.
El clásico, que va del 250 al 950 d.C y el posclásico que data del 950 a 1521 —sí, ya con la llegada de los viajeros españoles a América.
En estos periodos se desarrollaron civilizaciones importantísimas como la olmeca, zapoteca, maya y mexica.
La pieza prehispánica que regreso perteneció al clásico tardío y posclásico. El INAH dice que fue elaborado en las tierras bajas del norte de Yucatán, similar a las estructuras de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Lo que llama la atención es que se trata de un relieve tallado en roca de estilo maya y que formó parte de un muro de cráneos tallados que evoca al Tzompantli.
Y que siglos después de ser tallado, se perdió al otro lado del charco —como pasó con muchas reliquias prehispánicas— hasta dar en una tienda de antigüedades alemanas. Y, claro, regresar a México.