Si tienen el plan de irse a probar suerte a Reino Unido, váyanse preparando con unas buenas clases de inglés y, quizás más importante, contar con buenas “credenciales” de trabajo. Porque si no es así… sorry.
Para atacar los altos índices de migración, las autoridades de Reino Unido endurecerán sus filtros. Con el nuevo sistema migratorio, impedirán el paso a personas que no hablen un inglés nivel Steve Coogan y, según indica The Guardian, acabarán con la mano de obra no calificada preveniente del exterior, la cual predomina en chambas que se ofrecen en fábricas, hoteles y restaurantes.
El nuevo sistema de migración basado en puntos por competencias específicas, cualificaciones, salarios o profesiones (muy a la australiana) presentado este martes, pinta para separar (más) a Reino Unido de la Unión Europea, esto después del Brexit. De hecho, el gobierno señaló que la intención es ya no depender de la mano de obra barata que les llega de países europeos.
De acuerdo con las nuevas políticas migratorias, además hablar inglés, cualquier persona que quiera migrar a Reino Unido debe tener confirmada una chamba en la que vaya a ganar 25 mil 600 libras… ya, mínimo, 20 mil 480, aunque esto sólo en casos especiales, como enfermería, por ejemplo. Bueno, tampoco le quieren perder y aseguran permitirán la entrada grupos de personas altamente calificadas, aunque no tengan ninguna oferta laboral.
Si llegas y dices “no, pues yo soy trabajador independiente”, nada. Incluso mencionan que ya no podrán migrar plomeros y personas dedicadas a la construcción… esto no aplica para artistas, deportistas y personas que acudan a concursos y audiciones.
Otro detalle que hará que seas rechazado por las autoridades migratorias de Reino Unidos será si llegas con una identificación de países como Francia e Italia… no vayan a creer que por discriminación (nahhh), simplemente porque llevan rato detectado que las identificaciones de esos países son falsificadas o robadas por gente que ni siquiera pertenece a la Unión Europea.
“Tenemos que cambiar el enfoque de nuestra economía para dejar de depender de la mano de obra barata de Europa y concentrarnos en la inversión en tecnología y automatización. Los empresarios tendrán que adaptarse”, indica el documento en el que se explican las nuevas políticas migratorias.
Como era de esperarse, estas normas despertaron críticas de diversos frentes. Sobre todo, de empleadores de industrias que necesitan la mano de obra extranjera (hotelera, restaurantera, agrícola)… y no porque tengan que pagar más a la gente de Reino Unido, sino porque creen que los trabajadores no serán suficientes. Pero ni modo, tienen de aquí al 1 de enero para acoplarse.