“Con tanto caso positivo que hay por todo el mundo, ¿para qué contagiar intencionalmente a personas sanas?”, se preguntarán muchos, al conocer lo que acaba de ser aprobado en Reino Unido. Y aquí va la explicación.
El Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial informó que el próximo mes iniciará una investigación en la que, personas intencionalmente contagiadas de COVID-19, serán analizadas, para comprobar la efectividad de medicamentos y vacunas contra el virus.
Ahhh, pero, ¿por qué contagiar a personas sanas? Bueno, según el ministerio, será para determinar “cuánto” virus es necesario para que alguien dé positivo a la enfermedad: cuál cantidad mínima de virus SARS-CoV-2 se requiere para generar infección. Con este dato, se facilitará probar vacunas y fármacos, aseguran los especialistas de Reino Unido.
De acuerdo con el comunicado ofrecido por esta instancia, no fue nomás de “vamos a comenzar la contagiadera”, ya que la decisión tuvo que pasar por un comité de Ética. Además, se presentó un protocolo con el que se asegura que la generación de infecciones será controlada y muy segura.
Las autoridades de Reino Unido prevén contagiar de manera controlada a cerca de 90 voluntarios de entre 18 y 30 años. Una vez que sean inoculadas (contagiadas, pa’ la banda), se les administrarán vacunas consideradas seguras, con el fin de comprobar la reacción y, siendo ésta positiva (esperemos), de ahí comiencen a afinarse y acelerarse los ensayos de mayor escala.
Para que los voluntarios sientan el rigor, pero no tanto, la variante con la que se les contagiará será la que se ha detectado en Reino Unido desde marzo de 2020, la cual se ha demostrado científicamente que no es tan dañina en adultos jóvenes sanos.
Según se indica en The Guardian, el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial de Reino Unido confía en que el estudio brindará a los médicos una mayor comprensión del COVID-19 y ayudará a respaldar la respuesta a la pandemia, al ayudar al desarrollo de vacunas y tratamientos.