La reforma “progresiva” y “social” de Enrique Peña Nieto busca, entre otras cosas, lograr mayor poder para el ejecutivo federal y sus secretarías. No sólo incluye algunos golpes fuertes al federalismo, sino a sectores específicos, como el magisterio.
Entre otras cosas, la reforma de EPN busca desaparecer el fondo de aportaciones básicas del ramo 33. Este fondo sirve para que los estados cubran obligaciones, entre las que se encuentra el pago a los maestros de las entidades. Al desaparecer este fondo, el pago a los trabajadores de la educación quedaría en manos del gobierno federal y la Secretaría de Educación Pública.
“Esta es una medida que nos dará un control mucho más estricto de las plazas, de los movimientos y sobresueldos y que permitirá también una mayor transparencia en el ejercicio del gasto al tiempo que atiende un problema grave en la condición financiera de las entidades federativas” señaló Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda.
A su vez, aseguró que otro de los ramos a los que se aplicarán medidas similares será el de la salud. Se pretende entregar medicina en especie y no recursos para adquirirlas, así el sector estará “ampliamente vigilado”, señaló.
