Trump se puso el traje de Santa Claus y logró dar un regalazo a los empresarios de su país, al cumplir una de sus promesas de campaña: desde hace tres décadas no había una reforma fiscal tan beneficiosa para los más ricos y, por el otro lado, tan preocupante para las cuentas públicas. Lo aprobado ayer por el Senado -con 51 votos a favor y 48 en contra- supone que las arcas gringas dejen de percibir cerca de 1.5 billones de dólares durante los próximos 10 años, al reducir de 35 a 21% el impuesto a las grandes corporaciones, entre otras acciones.
The United States Senate just passed the biggest in history Tax Cut and Reform Bill. Terrible Individual Mandate (ObamaCare)Repealed. Goes to the House tomorrow morning for final vote. If approved, there will be a News Conference at The White House at approximately 1:00 P.M.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 20 de diciembre de 2017
Aunque el proyecto tuvo sus pequeñas trabas, ya que ayer por la noche fue revisado y modificado ligeramente, lo cual hará que se tenga que repetir la votación, se espera que este miércoles las dos cámaras legislativas de Estados Unidos pasen la reforma… nada sorpresivo, ya que la mayoría republicana sólo enviará el dictamen a Trump, quien estampará su “poderosa” en la ley que había sido prometida para el verano.
Pese a que el republicano Paul Ryan señaló que esta reforma “es una de las más importantes que el Congreso ha aprobado en décadas para ayudar al trabajador estadunidense a hacer crecer la economía”, analistas y la vox populi opinan que sólo beneficiará a los más ricos. De ahí que sólo cuenta con el apoyo minoritario de la población, según revela CNN: apenas el 33% de la población le da el visto bueno a la nueva legislación fiscal.
Tax bill’s ‘pass-through’ rule will aid the wealthy, not workers, say critics: https://t.co/tvVd3m9cPd via @AmandaBecker pic.twitter.com/24z5Pw4E9z
— Reuters Top News (@Reuters) 20 de diciembre de 2017
Defendida como una reforma que “quita el dinero a Washington para regresarlo al bolsillo de los trabajadores”, lo aprobado por el Senado supone –efectivamente- reducciones para los ciudadanos de todos los rangos de ingreso, además de mejoras en las ayudas por hijo, gastos médicos y estudios… pero sólo los primeros años. Lo bueno realmente es para quienes ostenta mayor riqueza, ya que las reducciones más alta e inmediatas están destinadas para ellos: los impuestos para las grandes empresas pasa de 35% a 21%. Además, fuera del tema tributario, la reforma también contempla la autorización de exploración y perforación petrolera en zonas de Alaska, así como el inicio del desmantelamiento de la reforma de salud promulgada por Barack Obama: el Obamacare.