Qué dirían si tuvieran la palabra en el Senado ahora que se discute la reforma energética… probablemente utilizarían el micrófono para lo mismo que esta legisladora.
En teoría, la discusión que se está dando en el Senado con respecto a la reforma energética aún no está terminada, pero resulta difícil que sólo por escuchar horas de posicionamientos algún senador cambie una idea que desde su partido parece establecida: ya lo sabemos, PRI-PAN a favor de la reforma, PRD-PT-Movimiento Ciudadano en contra.
Por lo anterior, se dan escenarios como el siguiente: las burlas de los que escuchan a sus colegas y los que se enchilan por ello, como el caso de la senadora de Movimiento Ciudadano, Layda Sansoréz, quien ante las risas de algunos panistas reaccionó así: “Compañeros que están tan animados, aquí divirtiéndose, mientras nosotros nos partimos aquí el alma, porque nos sentimos sumamente deprimidos de lo que está sucediendo en este país, pero ríanse, creo que habrá tiempo para llorar su vergüenza”.
El encanijamiento iba en aumento conforme salían las palabras, y es que la legisladora retomó argumentos que los panistas y priistas utilizaron para defender su propuesta: “es que no viene la palabra privatización”… “Yo no sé si son inmorales, si son ignorantes, si son candorosos (…) No, no va a venir, pero la piensan y la ejecutan”.
Y justo cuando parecía que le iba a salir lo más primitivo de la boca de Sansoréz, la senadora recobró la cordura y mejor parafraseando al nobel de literatura portugués, José Saramago, expresó lo siguiente:
“A pagar con petróleo señores, a pagar con lo que sea, y por eso me recuerda a Saramago, y por eso les digo nada más el final de sus palabras; ustedes que quieren privatizar y están con este ánimo de los tiempos nuevos, pues vayan, privaticen los sueños, privaticen la ley, privaticen la justicia, pero si quieren que haya realmente una privatización a fondo, vayan y privaticen a la puta de su madre que les parió y eso sería mucho mejor que lo hicieran por que al menos esa es suya, esta patria no les pertenece por que no se la merecen”.
Ante tal muestra de elocuencia parte de los presentes en la sesión del Senado no atinó más que a aplaudir… y cómo no, si es harto difícil encontrar a una senadora que haga uso de la palabra para recordar a la progenitora de los políticos con la habilidad de un versado en letras como el autor de “Ensayo sobre la ceguera”… para rematar recordemos las palabras del portugués y veremos que Sansoréz las utilizó con tino:
“Que se privatice Machu Picchu, que se privatice Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el Partenón, que se privatice Nuno Gonçalves, que se privatice la catedral de Chartres, que se privatice el Descendimiento de la cruz de Antonio da Crestalcore, que se privatice el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, que se privatice la cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño, sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo… Y, metidos en esto, que se privatice también a la puta que los parió a todos”.
