Pues total… ni suyo es. Pero, ¿puro de a 20 y 50? Le hubiera echado aunque sea unas Sor Juanas al asunto.
Llegando a los límites del descaro político, el alcalde del municipio de San Blas, Nayarit, se dejó ver (otra vez) ejerciendo de manera por demás “pintoresca” el poder que le cedió el electorado. Aunque muchos lo recuerdan por haber aceptado públicamente el robo a las arcas públicas (pero “poquito”, porque el municipio “está muy pobre”)… pues se ve que a sus gobernados poco les importa eso, ya que en la inauguración de las fiestas patronales de Ahuacatlán le dieron un caluroso recibimiento… y cómo no. Más bien, “de a cómo no”.
Además de aventar billetes al cielo, el buen Hilario Ramírez “Layín” se lució al fomentar la cultura del “nomás estiro la mano”, ya que a su paso por las calles de Ahuacatlán repartió dinero a cuanto niño se le atravesó. Además, demostró que está bien “mamey”… o quién sabe para qué, pero cargó a una chamaca para regocijo de los presentes.
Recordado por las bacanales que arma en su cumpleaños, sus arranques machistas, el premio al “Alcalde del año” que (compró) ganó el año pasado y por sus elegantes camisas azules a medio abotonar, “Layin” se encuentra ejerciendo su segundo mandato en el municipio San Blas… agárrense nayaritas, porque en una de ésas hasta se les cuela como gobernador. Y de ahí, quién sabe qué más.