Hace un día como hoy, en 1977, murió uno de los hombres más importantes de la historia de la industria cinematográfica.
Charles Spencer Chaplin, mejor conocido como Charlie Chaplin, nació en Londres, Inglaterra, en 1889. Fue un cineasta que se encargó de entretener a su audiencia principalmente durante los tiempos del cine mudo. Sus cintas de comedia no sólo nos hacen reír hoy en día, sino que también criticaron a un sistema en tiempos de tensión política internacional.
Las críticas que realizó en películas como “Tiempos Modernos” o “El Gran Dictador”, le costaron a este comediante el exilio de los Estados Unidos en 1952, país donde tuvo a una de sus audiencias más grandes.
Chaplin fue exiliado durante los tiempos de la cacería de comunistas en los años cincuenta, época conocida como el Macartismo. McCarthy, senador de los Estados Unidos, con la ayuda del FBI, lo acusó de actividades antiamericanas, lo que se derivó en la idea de que Chaplin era comunista.
Este director de cine pasó sus últimos años en Europa y falleció el 25 de diciembre de 1977 en Suiza, después de una larga carrera de entretenimiento.
A pesar de la actualización tecnológica que ha habido en la industria cinematográfica, las temáticas que tuvo Chaplin en su trabajo siguen siendo vigentes, haciendo su obra universal.
Un ejemplo de este impacto que ha tenido la creación de Chaplin se encuentra en la película de “El Gran Dictador”, lanzada en Estados Unidos en 1940, la cual, a pesar de su discurso humanista, provocó mucha polémica entre su audiencia.
Pero la obra de este director que más problemas provocó fue “Tiempos Modernos”, la cual mostró un lado muy empático de la calidad de vida y los padecimientos a los que se enfrentaba la clase obrera en Estados Unidos, donde había un sistema fallido.
Este director merece ser recordado pues sus obras forman parte de uno de los legados más importantes que han existido en la historia del cine y de la humanidad.
