Típico que sales a cenar a un restaurante fufurufo y al pagar, ¡Chin! no pasa la tarjeta, no te sientas solo, le ocurre a todos, incluso al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Una tarjeta de crédito del presidente Barack Obama fue rechazada en el restaurante “Estela” de Nueva York, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Debido al imprevisto, a su esposa Michelle le tocó pagar. Según el mandatario fue por el poco uso, no por mal manejo.
“Mi tarjeta fue rechazada porque creo que no la uso con frecuencia, entonces ellos pensaron que había algún fraude. Por fortuna, Michelle tenía la de ella”, bromeó Obama.
Obama contó esta anécdota en medio de una conferencia para reforzar las medidas de seguridad relacionadas con el uso de tarjetas de crédito.
El mandatario pidió a los bancos y a los negociantes combatir la creciente amenaza de fraude de identidad, mejor conocido como phishing.
En el 2015, aumentarán los “microchips” y números de PIN para utilizar tarjetas de débito y de crédito.
“La idea de que alguien al otro lado del mundo puede gastar miles de dólares a tu nombre porque robaron tu tarjeta o tu identificación, o porque usaste tu tarjeta en el lugar equivocado, causa enojo”.
Tanto los bancos como los empresarios, se echan la bolita pagar las tarjetas de reemplazo después de las infracciones.