¿Recuerdan aquella foto donde Carlos Salinas de Gortari posa con una mujer sentada en sus piernas, mientras se da la gran vida en un yate? Bueno, pues el “hermano incómodo” del expresidente mexicano, Carlos Salinas, reapareció ayer en un evento público al más puro estilo que acostumbra: a bordo de un automóvil valuado en casi 2 millones 300 mil pesos.
Como era de esperarse, las críticas no se hicieron esperar en redes sociales, pues hace un mes un juez federal lo exoneró del delito de enriquecimiento ilícito estimado en 224 millones de pesos.
Raúl Salinas llegó en un BMW i8 a la inauguración de una obra en la delegación Cuajimalpa, Distrito Federal, invitado por el delegado priista Adrián Rubalcava, quien además fue acompañado por el empresario Carlos Peralta.
Precisamente, Peralta, dueño de la empresa IUSA, conducía el auto de lujo y Salinas viajaba en el asiento del copiloto.
“Soy amigo de la familia Peralta y trabajo en una empresa de beneficio social de grupo IUSA”, dijo Salinas, citado este jueves por CNN.
Paseando su “inocencia”
El pasado 16 de diciembre, tras 19 años de acusaciones penales en contra de Raúl Salinas, un juez federal lo exoneró formalmente, cerrando así el intento de la PGR de acusarlo de enriquecimiento procedente de un partida secreta de la Presidencia, de la que se desviaron 2 mil 218 millones de pesos entre 1990 y 1994 por órdenes del entonces director de Administración de Los Pinos, Ernesto Sentíes (fallecido en 1998). Cinco días después, o sea, el 21 de diciembre, el “hermano incómodo” del expresidente priista Carlos Salinas se fue a Europa, para reaparecer en el evento de ayer.
