Durante la Primer Guerra Mundial, la ciudad costera de Ramsgate, Ingalterra fue presa de los bombardeos del ejército nazi. Para la Segunda Guerra Mundial, el alcalde de dicha ciudad creyó que volvería a ser blanco, por lo que tuvo una idea para salvar a su gente.
Arthur Kempe estaba completamente seguro de que Ramsgate estaría de nueva cuenta en los planes de los nazis, por lo que pensó que la mejor forma de proteger a los ciudadanos era construir una ciudad bajo tierra.
Sin embargo, el Ministerio del Interior británico rechazó el proyecto durante tres años y para 1939, logró la aprobación gracias a la influencia del parlamentario Harold Balfour y de John Anderson, amigo y jefe de la Defensa Antiaérea del Reino Unido.
En 1939 comenzó la construcción de la ciudad bajo tierra. Una empresa local fue la encargada de llevar a cabo las obras y la inversión llegó a los 60 mil dólares.
¿Pero por qué les hablamos de Ramsgate?
Pues fíjense que las autoridades inglesas recién descubrieron lo que les platicamos. La ciudad oculta estaba 60 metros bajo tierra y ahí llegaron las autoridades actuales y se dieron cuenta la forma que tuvieron los habitantes de esta región sureña para sobrevivir al terrible acontecimiento que fue la Segunda Guerra Mundial.
Bajo la tierra colocaron cantinas, peluquerías y hasta un hospital, todo para que la gente no tuviera que subir a la superficie.
Échenle un ojo a cómo era Ramsgate-bajo tierra:
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Arthur Kempe evacuó a más de 3 mil niños de otras regiones de Inglaterra y muchos de ellos regresaron al poco tiempo. Ya cuando la paz se instaló, los túneles subterráneos fueron sellados.