Siete meses fuera por una lesión en su rodilla, no fueron factor para que el tenista español, Rafael Nadal, se moviera al ritmo de las olas en el Abierto Mexicano de Acapulco y lograra vencer a David Ferrer por 6-0 y 6-2, cuatro semanas y dos finales después de su retorno.
La arcilla es su medio, pero al parecer lo que tenía no era más que una piedrita en el zapato. No perdió un solo set durante la justa. Venció a dos de sus compatriotas: Nicolás Almagro y Ferrer, en semis y en la final, respectivamente, y a otros tres argentinos que pagaron con la furia del “Minotauro”, así, la bestia resurgió y le bastaron 20 días para confirmar por qué es uno de los mejores tenistas de la historia, aunque por el momento el ranking demuestre otra cosa.
Era algo imposible de pensar. Nunca hubiera imaginado que podía estar a este nivel hoy. Es emocionante volver después de tanto tiempo y jugar así. Quiero llorar, he sufrido mucho.
Las dudas eran muchas, la fortaleza y habilidad en sus piernas no eran lo mejor en los torneos pasados, esa rodilla lo hacía dudar en muchas ocasiones, todo después de un receso tan importante. Pero al parecer el suelo mexicano le cayó de maravilla.
Un hombre que siempre muestra un espíritu de lucha, que desde comienzos de su carrera demostró que todo es posible, ya que Toni Nadal, su entonces entrenador, le cambió muchos hábitos, lo volvió una fiera, le inyectó fuerza, potencia y facultades inimaginables para lograr estar en la élite del tenis mundial.
Tenísticamente hablando, el 2005 fue la punta de lanza para lo que ahora es el manacorí: jugó su primer Abierto de Australia, donde llegó a la cuarta ronda. En Montecarlo se adjudicó su primer Masters, con 19 años 2 días de edad, cosa que jamás había sucedido y donde mandó a su casa a un consolidado Roger Federer, en las semifinales, entre muchos otros torneos.
En México ya había demostrado de lo que era capaz, en ese mismo año, logró su primer torneo, al obtener una victoria sobre, el español Albert Montañés (6–1 y 6–0), por lo que su vuelta a las cálidas y paradisíacas playas del estado de Guerrero, fue más que esperada e igualmente fructífera.
Al parecer esta clase de torneos no denotan gran calidad, pero en palabras del español, el último juego fue uno de los mejores en su carrera y debido a esa gran motivación, decidió agarrarse los pantalones y confirmar que jugará en Indian Wells, donde nuevamente podría cruzarse con viejos conocidos: Novak Djokovic, Roger Federer y Andy Murray, quienes ahora se encuentran en la cúspide del tenis.