Utøya (Noruega) en 2011, Christchurch (Nueva Zelanda) en 2019 y Buffalo (Estados Unidos) en 2022. Aunque sucedieron en diferentes partes del mundo, los ataques ahí perpetrados se enraizaron en teorías de conspiración basadas en el racismo, la discriminación, xenofobia y violencia contra las comunidades no europeas o “blancas” —y que son resumidas en la llamada “teoría del reemplazo”.

En los últimos días, Estados Unidos ha padecido de una serie de tiroteos —de California a Nueva York—, que han cobrado la vida de al menos 13 personas.

Foto: Scott Olson-Getty Images.

Estos tiroteos otra vez han puesto en la mesa la urgencia de legislar sobre el control de armas —una problemática que este país ha arrastrado por años—, pero también sobresale una conversación que los gobiernos parecen haber olvidado y que sólo regresan a esta cuando se registran masacres como la que sucedió en un supermercado de Buffalo, Nueva York.

¿De qué hablamos? Del discurso —que llega a ciudadanos como Payton Gendron, señalado como el autor del ataque en Buffalo— y que se disfraza de teoría.

El ataque en Buffalo

En Estados Unidos, periodistas e investigadores están en el análisis de una especie de manifiesto escrito por Gendron y considerado como un “desvario de un adicto a 4chan, obsesionado con el ‘gran reemplazo’, la teoría crítica de la raza y el resentimiento blanco”, de acuerdo con Ben Collins en un texto para NBC News.

Foto: John Normile-Getty Images.

A grandes rasgos, en este documento, el joven de 18 años advierte de la supuesta desaparición de la comunidad blanca estadunidense ante la llegada de migrantes o las comunidades negras —olvidando que el territorio gabacho nació de las migraciones y se forjó gracias a la riqueza multicultural, además de exaltar una desaparición inexistente.

¿El resultado? El ataque en un supermercado en Buffalo, cuya víctima fue la comunidad negra —de 13 personas baleadas, 11 eran negras— y que fue transmitido en vivo en Twitch.

La teoría del reemplazo

Sin embargo, ¿cómo fue que estas ideas se colaron en la cotidianidad de Gendron? Una de las respuestas apunta a los alcances de la “teoría del gran reemplazo”, que ya tiene sus años y sigue difundiéndose entre supremacistas blancos.

Esta “teoría” nació del puño y letra del novelista francés Renaud Camus, que en 2011 publicó ‘El Gran Reemplazo’, después de años de hablar de la supuesta sobrerrepresentación de la comunidad judía en los medios de comunicación franceses.

Renaud Camus. Foto: Getty Images.

Aunque ya en ‘El Gran Reemplazo’, Renaud se descosió hablando de una supuesta maquinaria para sustituir una población por otra.

En este caso, la población blanca europea por comunidades extranjeras y que son movidas por una élite mundial.​

El filósofo de derecha francés no fue el primero en hablar de este supuesto reemplazo. En la década de los 70 —allá en Francia— se publicó la novela ‘Le Camp des Saints’, de Jean Raspail, que contaba la caída de Occidente, debido a una ola de migraciones desde países en vías de desarrollo.

Gente de ultraderecha se agarró de esta novela para impulsar discursos xenofóbicos y racistas hasta crecer y llegar a un nuevo siglo, con Renaud Camus —quien, por cierto, ha intentado desmarcarse de la violencia generada por esta “teoría”, al decir que él nunca ha llamado a las agresiones.

Foto: Scott Olson-Getty Images.

Pero el hecho es que ahí están: la “teoría del reemplazo” es un referente para grupos —políticos, mediáticos y sociales— que ven en las migraciones el supuesto riesgo de la desaparición de su cultura y sus oportunidades económicas.

De Christchurch a Buffalo

Y es entonces que la teoría pasa a la violencia, como sucedió en la masacre de Utøya en Noruega, donde el autor también publicó un documento en internet con discursos antisemitas, xenofóbicos y nacionalistas.

O el ataque en dos mezquitas de Christchurch, cuyo autor también publicó un manifiesto citando de manera directa al ‘Gran reemplazo’.

“Flores y tributos en los jardines botánicos el 19 de marzo de 2019 en Christchurch, Nueva Zelanda. 50 personas murieron y decenas resultaron heridas después de que un hombre armado abriera fuego contra dos mezquitas de Christchurch el 15 de marzo”. Foto: Carl Court-Getty Images.

En el caso de Buffalo, las autoridades investigan este ataque como un crimen de odio racial, en medio de otros tiroteos cuyas investigaciones aún están en curso —y que nos habla de un país cuyos dirigentes aún no voltean a ver al problema complejo que involucra el control de armas y la proliferación del racismo, xenofobia y el supremacismo.

**Con información de CNN, NBC News, BBC y Le Monde.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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