Este viernes, el Tribunal Electoral del Estado -TEE- de Nuevo León determinó anular los resultados en algunas casillas de los municipios de Monterrey y Guadalupe, por lo que el resultado electoral general del pasado 1º de julio cambió. Quienes habían obtenido el triunfo eran los candidatos panistas Felipe de Jesús Cantú y Pedro Garza, respectivamente.
Al cambiar los porcentajes de votos, el priísta Adrián de la Garza resultó vencedor para Monterrey y Cristina Díaz Salazar para Guadalupe, ambos tenían menos de 2 puntos de desventaja ante sus oponentes.
Ante ello, el PAN afirmó que defenderán la “voluntad” de quienes los eligieron para gobernar los ayuntamientos de Monterrey y Guadalupe.
Defenderemos en el @TEPJF_informa, la voluntad de quienes nos eligieron para representarlos en los ayuntamientos de #Monterrey y #Guadalupe. @AccionNacional sigue luchando por un Estado democrático, ¡no permitiremos que se contravenga la decisión de los ciudadanos!
— Acción Nacional (@AccionNacional) 17 de agosto de 2018
Y el asunto se puso color de hormiga cuando a la salida del Tribunal el senador panista, Raúl García, le gritó “rateros” a los priístas Héctor Gutiérrez y Felipe Enríquez. Casi se arman los trancazos.
El senador panista Raúl Gracia le grita “rateros” a los priistas Héctor Gutiérrez y Felipe Enríquez al salir de la sesión donde el TEE le dio la victoria al tricolor en Monterrey y Guadalupe. pic.twitter.com/9Vkfvdp88d
— EL NORTE (@elnorte) 17 de agosto de 2018
Pero, ¿por qué revocaron los resultados?
El pasado 13 de julio, la candidata de la coalición “Ciudadanos por México” a la alcaldía de Guadalupe presentó impugnaciones para 148 casillas de las 882 instaladas en dicho municipio del estado de Nuevo León.
La priísta aseguró que durante la jornada electoral hubo pérdida de paquetes electorales, mismos que fueron presuntamente violentados en el traslado. Además de 20 paquetes empacados en cajas destinadas a documentación sobrante.
En el municipio de Monterrey, el candidato priísta Adrían de la Garza presentó dos mil pruebas de irregularidades e inconsistencias durante el proceso de conteo de votos el pasado 15 de julio.
Su equipo detectó la desaparición de paquetes electorales, inconsistencias entre el número de votos, falta de custodia a los paquetes y un posible robo de boletas antes del día de la elección. Aseguró que se trató de al menos 11 mil 500 votos.