Pero recuerden amiguitos: esto no nos afecta, porque no tenemos fábricas o comercios que hagan alto consumo de electricidad. Ya después los del sector industrial verán de dónde sacan para completar su gasto.
El cobro de la Comisión Federal de Electricidad tendrá un nuevo incremento –el quinto de manera consecutiva–, pero sólo para el sector industrial, comercial y de uso doméstico de alto consumo. De esta manera, en comparación con lo que pagaban en febrero, ahora los clientes industriales tendrán que desembolsar entre 13.2 y 17.2% más. Los del sector comercial entre 8 y 12.21% y los de uso doméstico de alto consumo, 8%.
Ahora que si hacemos el acumulado desde noviembre del año pasado (mes en el que comenzaron los incrementos en el servicio) el panorama se ve un poco más cargado. Desde noviembre hasta febrero, los industriales ya cargaban un alza en la tarifa de hasta 23.7%. En el sector comercial de 17% y en las casas de alto consumo (tarifa DAC) de 11.2%.
Por el contrario, las tarifas eléctricas para clientes domésticos de bajo consumo no han presentado cambio alguno (aunque los recibos de más de uno diga lo contrario). Esto como una forma en que las autoridades echan la mano ante el aumento en los precios de los combustibles… lo cual no afecta a quienes no tienen carro, porque ni gasolina compran. Entonces, sin pago de tarifas elevadas ni afectación por el “gasolinazo”, pues da como resultado un ciudadano inmune a las alzas.
Bueno, eso sin tomar en cuenta que, con el alza a los combustibles, se incrementa el precio de productos (por eso de los costos en transporte y elaboración). Y a eso súmenle que los de la industria y comercio tampoco le van a perder con el incremento al servicio de luz… de ahí es de donde se justifica, entonces, que la inflación tenga su más alto nivel en los últimos 18 años. “no será difícil observar niveles arriba de 5% a partir del segundo trimestre del 2017 y lo que resta del año”, prevén especialistas.