Como recordarán –cómo olvidar semejante anuncio- hace algunos meses les informamos sobre la genial idea que el Gobierno del DF y compañías privadas tuvieron para hacer que quepan más pasajeros en los trenes del Metro… Nah, no es hacer más constantes los viajes, sino que los usuarios reduzcan sus carnes de manera notable: exacto, con la instalación de máquinas para hacer sentadillas.
En julio del año pasado, cuando se hizo la presentación del innovador programa, el Secretario de Salud, Armando Ahued, dijo que todo aquel rifado que pudiera hacer 10 sentadillas se llevaría de regalo un útil podómetro (aparato que sirve para contar los pasos): “queremos llegar al hecho de decir que si eres capaz de hacer 10 sentadillas para ganar un podómetro, eres capaz de hacerlo cotidianamente por el bien de tu salud”.
Pero previendo la poca participación de los capitalinos, quienes no se arriesgarán a ser motivo de cábula –y su respectiva subida a YouTube- o de algún tocamiento “accidental” mientras sudan las gorditas… y todo por un podómetro, las autoridades cambiaron un poco la estrategia y anunciaron que los que hagan su decena de flexiones también podrán hacerse acreedores a una boleto de Metro o Metrobús.
Pero bueno, los quieran su podómetro también podrán obtenerlo a partir de hoy: nomás tienen que acercarse a uno de los 30 “aparatos de salud” que están instalados en algunas de las estaciones de los servicios de transporte mencionados, echarse sus sentadillas y listo… Eso sí, les advertimos que el podómetro viene con instructivo en inglés, por si no le mascan muy bien al idioma de Shakespeare.
En su defecto, si se les hace más atractivo flexionarse por un viaje gratis en Metro o Metrobús, pues tendrán que aguantarse hasta febrero, que será cuando se comiencen a intercambiar los boletos por ejercicio… y todo para combatir los altos índices de obesidad que hay en la ciudad de México –y todo el país-, enfermedad que ya es un problema de salud pública: nada más hay que considerar que cuatro de cada 10 niños tienen obesidad y, en el caso de los adultos, son 7 de cada 10 quienes están pasados de tamales.