Probablemente se enteraron por ahí que dos niñas estadounidenses intentaron matar a una amiguita suya en una pijamada (bueno fue después, en el bosque, la apuñalaron y la niña se arrastró hasta que consiguió ayuda). ¿Por qué? Aquí te lo contamos.

La idea original era matar a su amiguita en el baño, ya que tenía coladera y eso hacía más fácil la limpieza del lugar. Al final, sin embargo, decidieron ir a «jugar» a las escondidillas. Ahí fue donde sacaron el cuchillo y se lo clavaron 19 veces (afortunadamente no le arruinaron ningún órgano vital, así que sobrevivió). La víctima se arrastró hasta que fue encontrada por un ciclista y él llamó a la policía. Sus «amiguitas» serán procesadas como adultas por intento de homicidio premeditado.

Todo en la historia es espeluznante, aunque, quizás, lo más escalofriante de todo sean las razones para el asesinato: ser proxies de Slender Man. Además una de las chicas asegura que tiene comunicación con Slenderman a través de sueños, y que él puede leer su mente y teletransportarse.

El contacto que tenían las niñas con la cultura de Slenderman era por medio del sitio web creepypasta.wikia.com. Las niñas planeaban matar a su amiga para demostrar su lealtad al demonio y después huirían a la mansión de esta criatura en el Parque Nacional Nicolet de Wisconsin.

¿Qué dice creepypasta del caso?

Si ustedes se meten a creepypasta verán este letrero:

Ahí está un comunicado de los que manejan la página donde dicen que se sienten apenados por lo sucedido y que esperan que se recupere la niña, víctima de las chicas, pero que no es su culpa que haya gente que se tome por verdaderas las ficciones que están ahí dentro contenidas. Nosotros estamos de acuerdo, si un niño piensa en repetir lo que ve en la tele, el cine, los libros o Internet, no es culpa de los creadores de ficciones, y tienen más responsabilidad el padre (como tutor del niño) y el propio niño que ha decidido repetir la acción.

Es como cuando la gente culpa a los videojuegos de la violencia que hay en la sociedad, y los padres, en lugar de hacerse cargo de sus niños, piden, más cómodamente, que se censuren. Los niños no aprenden únicamente lo que ven en una pantalla, tienen una comunidad, una familia y una escuela donde se supone que formarán sus criterios para ver qué hacen con lo que se les presenta enfrente.

Pero bueno, el caso es aislado, y la wiki expresa que no representa para nada la manera en que actúa su comunidad (que es más un punto de reunión de los amantes de las ficciones literarias macabras que un culto satánico de asesinos locos come fetos).

¿Qué carajos es “Slender Man”?

Para los que no estén muy enterados, Slender Man es una criatura resbaladiza que ha ganado fama en la cultura pop estadounidense. Se le describe con frecuencia como una criatura humanoide alargada que se roba a los niños, una especie de roba-chicos sobrenatural.

Según Slate, el origen de Slender Man es ubicable. Fue en junio del 2009 que un aspirante a maestro de escuela llamado Eric Knudsen publicó dos fotografías en blanco y negro en un foro web llamado Something Awful con el pseudónimo Victor Surge.

En una foto aparecía una figura alargada al acecho de una tropa de niños en un parque infantil. Pronto la mitología explotó y todo el mundo reportaba haber visto a Slender Man. Y aunque ha variado mucho lo que se dice de él, parece que hay elementos que permanecen, por ejemplo, tiene la habilidad de cambiar de forma y cuando lo ves, te obliga a mantener la vista fija en él (además, a medida que lo busques y sigas en su caza, todo comenzará a volverse peor para ti).

Cuando las cosas se ponen mal el racismo y la censura son la respuesta rápida

«La mayoría de la gente que ve Hannibal no se convierte en asesina»

Esta es una cita de los administradores de la wiki creepypasta… y tienen razón. Así como cuando ves al Guasón en Batman no te conviertes en un sociopata así, si uno ve una película de terror, no se convierte automáticamente en un asesino. Pensamientos así son tan ridículos como pensar que por ver a Pikachu en la tele me voy a volver un pokemon.

Lo que uno hace con lo que ve es su responsabilidad y siempre se puede responder de manera distinta a la que se espera. La censura de las caricaturas violentas, los videojuegos, la música, la pornografía, etcétera, no quitará los males sociales del mundo.

Que un niño quiera imitar a un asesino o a un monstruo habla más de nosotros como sociedad que del producto cultural en cuestión (o de la salud mental del sujeto asesino).

En el caso de la masacre de la Escuela Secundaria de Columbine en Colorado, Estados Unidos, se descubrió que los responsables, Eric Harris y Dylan Klebold, habían escuchado a Marilyn Manson. Pronto los medios sensacionalistas le echaron la culpa a la música de Manson y de bandas metaleras. Eso fue irresponsable, pues creó una cacería de brujas contra los chicos que disfrutan expresarse de una manera alternativa (léase metaleros).

Michael Moore preguntó a Manson sobre lo que les hubiera dicho a los asesinos, él cantante contestó:

«No hubiera dicho una sola palabra. Más bien, me hubiera gustado escuchar lo que tenían que decir y eso es lo que nadie hizo»

La respuesta de Manson lo dice todo: la sociedad estadounidense busca chivos expiatorios en vez de aceptar y afrontar sus problemáticas sociales, su amor cultural por las armas, por la competencia, la soledad en la que viven sus individuos…. como dice Manson, si alguien hubiera escuchado a esos niños o a las niñas de Slender Man, tal vez se hubieran dado cuenta de que algo malo estaba sucediendo.

Un ejemplo claro de que nos encanta prohibir antes de hacernos responsables o de entender las causas complejas de nuestros problemas, son las crisis económicas. Cada vez que hay una crisis económica (las hay todo el tiempo) lo primero que se hace es echar la culpa a un sector: los nazis culparon a los judíos, los europeos culpan a los inmigrantes, los estadounidenses a los mexicanos ilegales, los mexicanos a los centroamericanos ilegales, etcétera. Es más fácil decirle a la gente que no hay trabajo por culpa de un sector, que arreglar la economía y admitir que la culpa es de un aliado  (como los bancos, en ciertos casos) o las propias acciones del gobierno (como las políticas monetarias y fiscales), entre muchos otros factores.

Pero ni el racismo va a solucionar la economía en crisis, ni censurar una página o prohibir a los niños ver historias de terror va a terminar con los asesinos en el mundo.

@Filosofastrillo

***Vía Slate, CNN

 

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