¿Andan viendo la serie en Netflix? Acá les contamos un poco sobre Jeffrey Dahmer, el asesino de Estados Unidos mejor conocido como el “Carnicero de Milwaukee”, quien oficialmente mató a 17 personas, desmembrándolas y comiéndose sus cerebros.
La infancia de Jeffrey Dahmer
No somos Leyendas Legendarias (saludos Badía, Lolo y Borre), pero queremos contarles un poco sobre la historia de Jeffrey Dahmer, un asesino que causó terror en Estados Unidos entre los setenta y noventa por asesinar a hombres y niños, con los cuales también practicó necrofilia y canibalismo.
¿Infancia? “No hubo nada”, respondió al agente Robert Ressler (hay un personaje basado en él en la serie Mindhunter), según ABC Historia. Sin embargo, de acuerdo con las investigaciones de las autoridades, tuvo una niñez tranquila, llena de cariño por parte de sus padres, a comparación de otros asesinos seriales que sufrieron de abusos físicos y mentales durante esta etapa de su vida.
“Por eso su caso es totalmente extraño, porque se convirtió en un asesino cuando, hasta bien entrada la adolescencia, no tuvo ningún problema familiar”, explicó Chris Campos a ABC, periodista especializado en estos casos.
Entonces, ¿cómo se volvió un asesino?
Gregorio Doval, en el libro “Los grandes asesinos de la historia”, señala que Jeffrey Dahmer, a los 10 años de edad, empezó a torturar a pequeños animales que cazaba en un bosque que se encontraba cerca de su casa, y luego juntaba y limpiaba sus huesos.
Además, según Chris Campos, igual coleccionaba animales muertos que encontraba en la carretera. Sería en la adolescencia que incrementarían estos comportamientos en él.
Algo que Dahmer confirmó, pues aseguró que le encantaba hacer este tipo de cosas cuando tenía entre 15 y 16 años de edad. Pero mencionó que su fascinación aumentó cuando, en una clase de biología, le hicieron abrir a un lechón.
Aunque el momento que siempre contó fue cuando recogió el cuerpo de un perro para quitarle la carne y reconstruir su esqueleto: “Pero no llegué a hacerlo. No sé cómo empecé a meterme en esto; es una afición un poco rara”, dijo al agente Ressler.
¿Qué otras cosas influyeron?
Igual indican los periodistas e investigadores que por estos años Dahmer descubrió que le atraían los hombres, justo en una época en la que la homosexualidad no era bien vista en Estados Unidos, por lo que intentó reprimir sus emociones.
Lo preocupante es que comenzó a mezclar su deseo por matar con fantasías sexuales, ya que imaginaba relaciones con hombres a los cuales después asesinaba. Y no, no fue con un psicólogo para tratar estos pensamientos; recurrió a las bebidas alcohólicas.
Sumado a todo esto, hubo un hecho que influyó en Jeffrey Dahmer: el divorcio de sus padres, lo que provocó que además de beber, recurriera a las drogas.
El primer asesinato
El primero de sus 17 asesinatos confirmados fue cuando tenía 18 años de edad y estaba solo en su casa porque sus papás lo habían abandonado. Por eso decidió salir en su coche a tomar y en el viaje se topó con Steven Hicks, un joven que buscaba que alguien lo llevara haciendo “autostop”.
¿Qué pasó después? Dahmer contó a Ressler, según el sitio Criminalia, que antes ya había tenido la fantasía de encontrar a un “hombre guapo” haciendo autostop, tener relaciones sexuales con él, por lo que aprovechó este encuentro.
“No buscaba a nadie, pero a un kilómetro de casa, lo vi. Hacía dedo. No llevaba camisa y era guapo. Me sentí atraído por él. Pasé por delante de él, frené y pensé: ‘¿Qué hago? ¿Lo hago subir o no?’ Le pregunté si quería fumar un porro y él respondió: ‘¡Estupendo!’ Fuimos a mi habitación, bebimos unas cervezas y en el rato que pasamos juntos vi que no era gay“, contó.
“No sabía cómo retenerlo, más que agarrando la barra de las pesas y golpeándolo en la cabeza. Luego lo estrangulé con la misma barra (…) Estaba muy asustado por lo que había hecho. Anduve un rato de un lado para otro por la casa. Al final me masturbé (…) Más tarde bajé el cadáver al sótano”, agregó.
Después de eso, contó que al siguiente día compró un cuchillo de caza con el que le abrió el vientre y luego se masturbó otra vez. Cuando el agente le preguntó qué le excitó, él respondió que sus órganos internos, que el hecho de haberlo destripado.
Casi lo descubre la policía
Lo sorprendente es que estuvieron por descubrirlo unos policías cuando fue a tirar el cuerpo en pedazos a un barranco. Sí, cuenta que lo pararon a mitad del camino para hacerle la prueba de alcoholemia, la cual pasó; y cuando iluminaron las bolsas, él explicó que era basura, que la llevaba porque cerca de su casa no había vertederos… le creyeron a pesar del olor.
“Me ponen una multa por circular demasiado a la izquierda… y vuelvo a casa (…) (Las bolsas) las volví a dejar en el sótano. Agarré la cabeza, la lavé, la puse en el suelo del cuarto de baño, me masturbé; luego volví a meter la cabeza con el resto de las bolsas, abajo. A la mañana siguiente, metí las bolsas en una tubería de desagüe enterrada que medía unos tres metros. Aplasté la entrada de la tubería hasta cerrarla y las dejé unos dos años y medio dentro“, señaló al agente del FBI.
Después de esto, asesinaría a 16 personas más, aunque antes pasó por la universidad, el ejército y luego comenzó a vivir con su abuela, en Milwaukee, donde cometió todos sus crímenes, practicando canibalismo y también necrofilia, e incluso, deseando tener un “muerto viviente” para él.
(ALERTA: SPOILER) El fin de Jeffrey Dahmer
Si no quieres saber cuál será el fin que tendrá la serie de Netflix, mejor detente aquí, pero si te vale y quieres llegar preparado al último capítulo, te contamos que lo detuvieron el 22 de julio de 1991, cuando el que pudo ser su última víctima mortal, Tracy Edwards, logró escapar de la casa de Jeffrey Dahmer y avisó a las autoridades, quienes comenzaron a investigarlo y registraron su apartamento, encontrando los restos de varias personas.
Lo condenaron a más de 900 años de cárcel en la Columbia Correctional Institution, en Portage… aunque no cumplió su condena, pues fue asesinado el 28 de noviembre de 1994 a golpes por Christopher Scarver, un afroamericano esquizofrénico.