Luego del destape de PRISM y del caso Sowden, el tema de la privacidad en internet se encuentra más endeble que nunca. Desde entonces, una de las constantes que se han manejado alrededor del tema es la de los “metadatos”.
En pocas palabras, los metadatos son datos que describen a otros datos. Por ejemplo, una ficha que enlista el nombre del autor, la editorial y la clasificación de un libro; no se incluye ningún dato del texto, sólo se describe al propio libro.
De la misma forma se aplican los metadatos a internet, como en el caso de los correos electrónicos, en los que es posible extraer información alrededor de los correos sin meterse con el cuerpo de los mensajes.
Para demostrar el alcance que se le puede dar a los metadatos, el MIT Media Lab creó una aplicación que le permite a cualquiera saber qué tanto es posible extraer del correo electrónico, usando únicamente estos “inocentes” recursos. El servicio lleva el nombre de Immersion, y permite conocer qué usuarios te envían o reciben correos, quiénes están copiados y a qué hora se realizaron las operaciones.
Quizá no parezca algo severo, pero cuando esa información es recolectada masivamente como lo hace Immersion (y como se supone que también lo hace el sistema PRISM), es posible sacar algunas conclusiones del sujeto en cuestión, como sus contactos más frecuentes o las horas de mayor actividad. Todo sin meterse con los textos que se incluyen en los correos, por lo que técnicamente no cuenta como espionaje (ahí está el detalle).
La aplicación se encuentra disponible para los usuarios de Gmail, aunque eso sí, es necesario otorgarle acceso temporal a la cuenta para que funcione (luego de usarla se pueden revocar). Si no quieren hacerlo y prefieren mantenerse en el anonimato, también es posible checar uno de los ejemplos disponibles en el sitio.
Aquellos que quieran hacer el experimento y de paso, sentir algunos escalofríos, pueden checar la aplicación en immersion.media.mit.edu
¿Alguien todavía duda de la fragilidad de sus datos en la red?