Las mamás, esos seres angelicales que nos trajeron al mundo y que por años nos han cuidado y educado, también son las responsables de habernos infundado varios de los temores que nos atormentaron durante la infancia. ¿No nos crees? Sigue leyendo…
Puede que haya sido por nuestro bien (o eso creían ellas), el chiste es que varios de estos temores se han ido transmitiendo de generación en generación, traumandonos y provocando que muchos de estos miedos los mantengamos aún en nuestros días.
Para ahorrarte el psicólogo, desmenuzaremos 10 de estos y veremos cómo algunos están completamente infundados.
“Si te tragas el chicle, se te pegan las tripas”
Sabrá Dios cuántas veces escuché esa frase durante mi infancia, por eso, cuando por error me pasé un chicle que estaba mascando caí en pánico imaginando que tendrían que operarme antes de que mis tripas sufrieran un daño irreparable, pues de acuerdo a las mamás, pueden pasar hasta siete años antes de que nuestros jugos gástricos disuelvan completamente la goma de mascar.
Sin embargo, la realidad es menos escabrosa, pues con el chicle el organismo simplemente sigue el mismo procedimiento que con otros alimentos difíciles de digerir: lo expulsa del cuerpo vía rectal uno o dos días después de que lo ingerimos.
Ojo, esto sólo aplica con un sólo chicle y no con la caja entera.
“No te metas a la alberca porque todavía no te hace digestión”
Te vas de vacaciones, comes y debes esperar un par de horas (eternas, por cierto) para volver a la alberca, pues tus papás te dicen que no puedes meterte hasta que “te haga la digestión”. La verdad esto es un mito falso que probablemente se derive del riesgo real que existe con los ‘shocks periféricos’, que ocurren cuando bruscamente el cuerpo entra en contacto con el agua fría, pero que nada tiene que ver con el proceso digestivo, que dura unas cuatro horas.
Lo aconsejable es meterte poco a poco a la piscina.
Si te duermes con el pelo mojado, “te puede dar un aire”
Aclaremos las cosas: Si duermes con el pelo mojado no sufrirás una parálisis facial, tampoco se te caerá el pelo ni te sucederá ninguna otra desgracia. Quizá podrías agriparte si alguna de las ventanas de tu cuarto están abiertas, pero nada más.
“Tómate el jugo rápido, que se le van las vitaminas”
Si eras de los que se resistía a tomarse el jugo de zanahoria y pasabas media hora frente mirando el vaso esperando que se consumiera como por arte de magia, debemos decirte que en efecto, tu mamá tenían razón: los jugos pierden sus propiedades vitamínicas con el tiempo, aunque esto únicamente pasa si la espera es de horas.
Si sólo tardas 20 minutos en tomarlo, no pasa nada.
“Las estampitas que venden afuera de la escuela tienen droga”
Todos escuchamos esa leyenda urbana (y hasta hay un capítulo sobre el tema en La Rosa de Guadalupe) que afirmaba que las estampitas que venden afuera de las escuelas tienen droga, la cual se encuentra en el adhesivo de las estampitas y al entrar en contacto con la piel provocaba que nos intoxicáramos.
Todo esto era mentira, una hábil maniobra de las mamás para contrarrestar los gastos que sus criaturas les provocaban al gastar para completar la colección. Por lo tanto, si les dicen que las estampitas del álbum mundialista traen droga, ustedes no hagan caso son rumores, son rumores.
“Si no comes, te vas a quedar chaparro”
Así de fácil, comas o no comas tu estatura será la misma, pues cuando tus hormonas decidan dar el estirón de poco importará que te hayas comido o no el plato de espinacas. Si comes mucho, eso sólo se reflejará en tu crecimiento… a lo ancho.
“Si comes muchos dulces y chatarras, te saldrán lombrices en la colita”
Las lombrices y parásitos intestinales surgen por malas condiciones higiénicas, y no por el tipo de alimentos que consumimos.
Por eso, come lo que quieras pero que sea en un lugar salubre, y por favor, antes lávate las manos.
“Si haces bizco y te da un aire, te quedarás bizco para siempre”
Por alguna extraña razón, las mamás están obsesionadas con eso de “los aires”. Para tu tranquilidad, la mala alineación de ojos aparece desde el nacimiento o a muy temprana edad y no por un aire maligno.
“Si lees con poca luz, podrías quedarte ciego”
Obviamente no es lo mejor para tu salud, pero tampoco te quedarás ciego. ¿Te dolerá la cabeza? Sí ¿Te cansarás pronto? También. Pero no tendrás daños permanentes.
En defensa de tu mamá ¿qué carajos ganas leyendo con la luz apagada?
Si no estudias no serás nadie en la vida.
Claro que es importante estudiar, al hacerlo estarás más cerca de ser alguien en la vida, sin embargo, ningún título garantizará tu éxito o que logres tus metas, pues para eso requieren conjuntarse otros factores como tu preparación en otros ámbitos, tu personalidad, el saber ver las oportunidades e incluso la suerte.
¿Has visto triunfar a alguien que no se preparó lo suficiente? Seguramente sí.
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¿Algún otro miedo que les hayan infundado sus mamás?