El sábado 11 de abril se dio a conocer que Estados Unidos se convirtió en el país que ha presentado más muertes por coronavirus, pues superó la barrera de los 20 mil fallecimientos por COVID-19 y con eso, dejó atrás a Italia quien hasta hace unos días era considerado el país más afectado por la pandemia, mismo que hasta este domingo 12 de abril ha registrado 19 mil 899 decesos.
La situación en el país vecino ha obligado a las autoridades a reforzar e implementar nuevas medidas de seguridad contra el coronavirus, las cuales han ido desde el confinamiento obligatorio hasta la suspensión del ciclo escolar de este año en escuelas como las de Nueva York, ciudad de Estados Unidos que se ha visto muy afectada por el virus en las últimas semanas.
Pero las autoridades estadounidenses no sólo están tratando de mantener aisladas a las personas que corren el riesgo de contagio o de aquellas que ya padecen la enfermedad. También ya están pensando cómo pueden comenzar a mover su economía a través de todos los ciudadanos que ya han superado la enfermedad y ahora son inmunes al COVID-19. ¿Y cómo planean hacerlo? pues a través de “tarjetas de inmunidad”. ¡¿Cómo?!
Leyeron bien. El doctor Anthony Fauci, director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, ha informado ha dado a conocer que el Gobierno Federal está considerando muy seriamente repartir “tarjetas de inmunidad” a todos los estadounidenses que ya hayan superado el COVID-19, esto para identificar a las personas del país vecino que ya no representan un riesgo de contagio.
Esta idea –que fue implementada por científicos de Alemania– está a nada de hacerse realidad, pues sólo falta que el Instituto Nacional de Salud y la Administración Nacional de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos le de luz verde a las pruebas y éstas se comiencen a aplicar a la gente. Así, una vez que comprueben la presencia de anticuerpos, recibirán una “tarjeta de inmunidad” que deberán cargar en todo momento.
Por ahora, de llevarse a cabo las pruebas se le realizarán primero al personal de salud y emergencias de los Estados Unidos que se encuentran al frente de la pandemia, ya que así podrían volver a sus labores más rápidamente, ayudar a que más personas se recuperen más rápido y así activar la economía del país.
