Desde que se dio el sorteo para saber qué equipos pertenecerían a qué grupos para la Copa del Mundo de Brasil, se dijo que todo estaba arreglado, que se buscaba favorecer a las grandes potencias para tener partidos relativamente fáciles y así acceder a los partidos finales de una forma más convincente y menos complicada.
Este Mundial ha estado envuelto en mucha polémica, fuertes declaraciones en su contra y mucha precariedad en cuanto a su organización, a tal grado que faltando casi 10 días algunos estados aún se encuentran en construcción. Pero el día de ayer surgió otra inquietud para los altos rangos del futbol: el posible amaño de partidos durante el certamen.
Durante el partido amistoso entre Escocia y Nigeria el cual quedó empatado a dos goles, la Agencia Nacional del Crimen Británica levantó las alarmas ya que creen que dos autogoles tuvieron un cierto grado de malicia, por lo cual desde ahora comenzarán una exhaustiva búsqueda de posibles encuentros que se puedan “comprar” en Brasil.
El expolicía y exejecutivo de Interpol, Ralf Mutschke, aseguró que no puede dar a la Copa del Mundo un certificado de garantía, e incluso ha identificado los partidos más riesgosos.
Según Mutschke, todo lo siguiente es verdad:
- Ciertos equipos y grupos ya han sido identificados como vulnerables frente quienes arreglan partidos.
- La última ronda de partidos de la fase de grupos, con equipos que ya no tienen algo en juego, es más peligrosa.
- Los partidos de preparación también están amenazados.
- Quienes amañan encuentros ya se han acercado a jugadores y árbitros.
- El arreglo preferido será el de número de goles en un partido.
Por lo que ni porque los ojos del mundo entero estarán puestos sobre el certamen, se dejarán de hacer estudios minuciosos en los que determinarán la calidad del encuentro para saber si tiene un potencial lícito o no.
Habrá dos mercados a los cuales se les pondrá más énfasis, el asiático y en el que se tengan menos goles, ya que más del 99% de las apuestas en el oriente se realizan bajo estas dos premisas.
Ya que atinar a un marcador o a quién anota un gol es muy complicado, los asiáticos apostarán con mucha fuera sobre si habrá un gol, dos o más en algún partido, algo que estará en la mira de la policía.
