De acuerdo con la investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, Rosario Romero Centeno, oficialmente la temporada de huracanes en el Pacífico inicia el 15 de mayo, y en el Atlántico el 1º de junio. En ambos océanos termina el 30 de noviembre. 

Claro que no significa que no pueda presentarse este fenómeno fuera del periodo mencionado, o que tenga que haber huracanes todo el tiempo, pero históricamente la gran mayoría ocurren en esta temporada.

De acuerdo con el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional -SMN-, para la temporada de ciclones tropicales de este 2018 se esperan 14 en el Océano Atlántico (7 tormentas tropicales, 4 huracanes categoría 1 o 2, y 3 huracanes categoría 3,4 o 5.

En el caso del Océano Pacífico, se espera que sean 8 tormentas tropicales (4 huracanes categoría 1 o 2, así como 6 huracanes categoría 3, 4 o 5).

Foto: SMN

Es muy importante entonces conocer las recomendaciones para evitar accidentes fatales durante la caída torrencial de lluvias, las consecuentes inundaciones, las rachas de vientos fuertes, etc.

¿Qué se debe hacer en caso de huracán?

En primer lugar, es de suma importancia estar informados sobre las condiciones meteorológicas de la zona en la que te encuentras. Para ello están las cuentas oficiales del Servicio Meteorológico Nacional, en donde cada día se da el pronóstico del clima por horas. 

De esta forma podrás enterarte si hay alerta de evacuación, inundaciones que pongan en riesgo el tránsito por ciertos lugares, disposición de albergues, etc. Puedes consultar la información a través de la cuenta de Twitter de Conagua Clima o a través de la página oficial del Servicio Meteorológico Nacional. 

Si vas a salir de vacaciones, nuevamente revisa las condiciones meteorológicas de tu destino, no vaya a ser que esté activo un huracán y tengas que estar encerrado todo el tiempo.

En el caso que la zona en donde vives sea propensa a ser afectada por huracanes y tormentas tropicales, tendrás que hacer varias adecuaciones y provisiones en tu casa: 

  • Reserva alimentos enlatados y agua purificada suficiente para varios días, ya que al momento de que el huracán toque tierra, tardará un poco más en perder fuerza para finalmente deshacerse.
  • Consigue un radio portátil de baterías, ya que no se puede asegurar energía eléctrica. De hecho, lo más probable es que se corte el suministro en la zona para evitar accidentes con el agua y las rachas de viento. Recuerda que es muy importante mantenerse informado.
  • De la misma forma lámparas de mano (con sus respectivas baterías suficientes), ropa abrigadora, un botiquín de primeros auxilios y alguna maleta en donde puedas transportar estos objetos y algunos víveres en caso de evacuación.
  • Junta los papeles importantes, tuyos y de tu familia, y mételos en un sobre o bolsa de plástico bien sellada para evitar que se mojen y se echen a perder.
  • Haz una lista con los números de tus familiares y de los servicios de emergencia, así como con los lugares que sirven como albergues.
  • En el caso que no vayas a evacuar tu casa, reforzar puertas y ventanas (especialmente si son de cristal), ya que con la fuerza del viento podrían provocar un accidente.
  • Mete a tu casa todos los muebles o utensilios que se encuentren en el exterior. Podrían convertirse en proyectiles.
  • Cierra el tanque de gas y corta el suministro de energía eléctrica.
  • ¡No te olvides de tus mascotas! Si su casita esta en el patio o en el jardín, déjalos que entren a tu casa.

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