Una noticia sacudió a internet el pasado fin de semana: el suicidio de Aaron Swartz a la edad de 26 años.
Y es que Swartz era una de las mentes más prodigiosas que se recuerden en la joven historia de la red, pues, a su corta edad, contaba con una impresionante carrera que incluía la creación de proyectos como el formato RSS, Reddit, Creative Commons, OpenLibrary, Demand Progress y Markdown.
Si bien es cierto que Aaron no era una figura pública como Mark Zuckerberg por ejemplo, sí era muy conocido entre desarrolladores, activistas y entusiastas de internet; así que su muerte cayó como un balde agua helada, desencadenando una serie de tributos y muestras de admiración en distintos medios y redes sociales.
Pero el trágico fallecimiento de Swartz también ha estado rodeado de un clima de controversia, pues mientras muchos atribuyen su suicidio a un comportamiento claramente depresivo, otros se preguntan si su muerte está relacionada con una injusta persecución legal.
Lo cierto es que era bien sabido que el emprendedor y activista de 26 años sufría de constantes depresiónes, algo que incluso llegó a expresar en su blog personal, en el que, en 2007, escribió: “Ciertamente ha habido momentos en los que he estado triste. Tal vez un ser querido te ha abandonado o un plan ha salido terriblemente mal. Tu cara se cae. Tal vez lloras. Te siente inútil. Uno se pregunta si vale la pena seguir”.
Sin embargo, los familiares de Aaron han levantado el dedo para señalar al sistema judicial estadounidense y al MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), como responsables de la muerte del joven. Esto debido a una injusta persecución que la fiscalía del estado de Massachussets habría comenzado en 2011, luego de acusar a Swartz de descargar ilegalmente millones de documentos y publicaciones JSTOR desde una red del MIT, para supuestamente subirlos de forma gratuita a la red.
En un comunicado, la familia del joven señaló que se trató de una “persecución exagerada” y etiquetó de “excepcionalmente duros” los cargos de la fiscalía, destacando también la falta de apoyo por parte del MIT. Aquí un extracto del texto:
La muerte de Aaron es más que una tragedia personal. Es el producto de un sistema de justicia penal plagado de intimidación y persecución exagerada. Las decisiones tomadas por los funcionarios de la oficina del Fiscal del estado de Massachusetts y el MIT contribuyeron a su muerte.
Luego de las acusaciones de los familiares y de algunos ataques a sus webs por parte del colectivo Anonymous, el MIT se ha visto obligado a tomar una postura al respecto, publicando un comunicado firmado por el presidente de la institución, L. Rafael Reif:
Quiero expresar claramente que yo y todos nosotros en el MIT estamos extremadamente entristecidos por la muerte de este prometedor joven que tocó las vidas de tantos. (…) He pedido un análisis exhaustivo de la participación de la institución, desde que percibimos actividad inusual en nuestra red en otoño de 2010 hasta el presente. He pedido que este análisis describa las opciones que el MIT tuvo y las decisiones que hicimos, para poder entender y aprender de las acciones tomadas. Compartiré el informe con la comunidad cuando lo reciba.
Si la mano dura de la fiscalía (que en su momento amenazó a Swartz con una pena de hasta 35 años de prisión y una multa de un millón de dólares) y la indiferencia en el caso de una institución como el MIT, fueron factores que influyeron en la muerte de uno de los genios más grandes de internet; entonces es tiempo para cuestionarnos -otra vez- por qué la libertad y el acceso al conocimiento que existen en una red que todos hemos construido (y que de eso no le quepa duda a nadie), son controlados y juzgados sólo por unos cuantos.
