O sea sí, muchos nos acordamos de Los Simpson con las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre que el objetivo principal de Vladimir Putin y Rusia es restablecer la Unión Soviética, pero ya hablando más en serio, ¿qué era y cuántos países conformaban a esta extinta nación?
Biden dice que Putin y Rusia quieren restablecer Unión Soviética
Antes que nada, un poco de contexto: Este pasado jueves 24 de febrero, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos anunció las sanciones que impondrá el G7 a Rusia por el conflicto con Ucrania. Sin embargo, lo que a varios sorprendió fue que el mandatario estadounidense señalara que Vladimir Putin quería restablecer la Unión Soviética.
Sí, ya en la sesión de preguntas y respuestas, Biden aseguró que Putin está desconectado del resto del mundo y que quiere resurgir de las cenizas a la extinta Unión Soviética.
“Tiene ambiciones mucho más grandes que Ucrania. Quiere, de hecho, restablecer la antigua Unión Soviética. De eso se trata. Y creo que sus ambiciones son completamente contrarias al lugar al que ha llegado el resto del mundo”, declaró el presidente de Estados Unidos.
Biden: “Putin tiene más ambiciones que Ucrania. Quiere restablecer la antigua Unión Soviética. De eso va esto”.
— Javier Romualdo (@JavierRomualdo) February 24, 2022
El origen de la Unión Soviética
De acuerdo con la BBC, la Unión Soviética, o también conocida como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), nació por ahí de 1917, cuando la revolución bolchevique hizo a un lado al zar Nicolás II. Después de esto, establecieron un gobierno socialista en todos los territorios que eran parte del llamado Imperio Ruso.
Sería cinco años después, en 1922, que se sumarían otras repúblicas más lejanas, conformándose oficialmente lo que se conoció como la Unión Soviética, de la cual, su primer líder fue el marxista Vladimir Lenin.
Todo marchaba relativamente bien, intentando ser una sociedad democrática, pero si alguien leyó “Rebelión en la granja” de George Orwell, sabrá que no terminó muy bien: se dieron algunos problemillas al interior de la organización soviética y al poder llegó ni más ni menos que José Stalin, a mediados de la década de 1920.
Aunque la constitución soviética señalaba que las regiones y nacionalidades estarían representadas en una especie de parlamento conocido como Soviet Supremo; en la realidad toda decisión, incluso la elección del líder de la URSS, estaba en manos del Partido Comunista, en especial del grupo conocido como Plitburó.
Pero sería con Stalin que el gobierno controlaría todo y a los que no les parecía eran arrestados y enviados a campos de trabajo, o incluso ejecutados.
La fallida economía de la URSS
El autoritarismo y la centralización de la Unión Soviética sostuvieron un sistema burocrático que controlaba la vida de todos los rusos, aunque éste también representó el fin de la URSS: “La Unión Soviética acabó siendo un Estado sumamente ineficiente”, comenta a la BBC Archie Brown, académico de la Universidad de Oxford.
“Durante mucho tiempo los soviéticos lograron salir del paso, hasta que en las últimas décadas todo se convirtió en un gran embrollo”, agregó.
Pero la principal falla se dio en su sistema económico, el cual estaba basado en las ideas de Karl Marx, como en la socialización de los medios de producción, distribución e intercambio.
Y pudo funcionar en un inicio, pues por medio de planes quinquenales se establecían metas para todas las actividades productivas, y la fuerza laboral se dedicaba a la industria y a la agricultura. Aunque para el final de los ochentas la Unión Soviética ya no pudo aguantar su rivalidad económica con Estados Unidos, ya que su Producto Bruto Interno (PIB) fue de solo 2.6 billones de dólares a fines de los 80, apenas la mitad de lo que había conseguido nuestro país vecino.
“Estaba claro que las políticas económicas estaban fallando. La tasa de crecimiento estaba declinando desde fines de los años 50”, explica el profesor de la Universidad de Oxford. Todos estos problemas aumentaron con el tiempo hasta que los líderes soviéticos aceptaron que necesitaban reformas económicas.
Gorbachov y el fin de la Unión Soviética
De acuerdo con Archie Gorbachov, lo que puso el último clavo al ataúd de la Unión Soviética fueron las reformas de Mijaíl Gorbachov. Sí, el experto explica que después de convertirse en secretario general del Partido Comunista, en marzo de 1985, anunció medidas para restablecer la economía de su nación.
Aunque… su plan tenía dos principales componentes, la “Perestroika” y “Glasnost”. Mientras la primera buscaba que la iniciativa privada impulsara la innovación y promover las inversiones extranjeras en las empresas locales; el segundo elemento quería eliminar la represión estalinista y darle más libertad a los ciudadanos.
¿Cómo es que estas medidas no funcionaron? Pues todo bien, todo muy bonito, pero las reformas para introducir la economía de mercado tardaron un montón en dar resultados, lo que también provocó aumentos de precios, racionamiento y filas enooormes para conseguir productos que escaseaban. Obvio los soviéticos ya estaban hasta el gorro del gobierno de Gorbachov.
Todo esto llevó a que prefiriera renunciar a su cargo el 25 de diciembre de 1991, lo que también trajo la declaración oficial de la disolución de la Unión Soviética tan solo un día después.
La desintegración de la Unión Soviética
Primero hay que señalar que la Unión Soviética estaba conformada por los siguientes 15 países: Rusia, Kazajistán, Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Georgia, Armenia y Azerbaiyán.
Ahora sí: Una de las cosas que desató también la desintegración de la Unión Soviética, fue la intención de Gorbachov de tener mejores relaciones internacionales y que dejara de existir la división entre el Occidente y el Oriente, por lo que decidió abandonar la carrera armamentista y reducir su presencia militar en otras naciones.
Esto provocó revoluciones en Polonia, en 1989; en Checoslovaquia y Rumania con el fusilamiento del líder comunista Nicolae Ceaucescu; y luego de los Estados Bálticos, Estonia, Lituania y Letonia; así como de Bielorrusia, Rusia y Ucrania, que crearon la Comunidad de Estados Independientes. Ya para finales de 1991, declararon su independencia ocho de las nueve repúblicas que aún formaban parte del bloque soviético; el último sería Georgia.
Ese fue el origen de la Unión Soviética y su desintegración, una extinta nación que ha surgido actualmente por el conflicto entre Ucrania y Rusia, y por las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.