“La situación actual de la Universidad, casi sobra decirlo, es delicada en extremo”. Esas eran las palabras de Javier Barros Sierra, el rector de la Universidad, que se publicaron en la Gaceta UNAM del 15 de septiembre de 1968. Tan solo 15 días antes del miércoles 2 de octubre, el recordado rector daba un último mensaje de unidad a alumnos y profesores.

La Gaceta UNAM no sería publicada otra vez hasta el 1 de diciembre de ese mismo año. 

Semanas atrás, el rector se había reunido personalmente con algunos de los alumnos manifestantes. Javier Barros Sierra, ingeniero, ex profesor y ex director de la Facultad de Ingeniería había bajado la bandera a media asta después de que, el 30 de julio, militares tiraran la puerta de San Ildefonso de un bazucazo y de que batallones militares tomaran por asalto las preparatorias 2 y 3, golpearan y detuvieran a centenares de adolescentes.

La autonomía había sido violada y, esa tarde, junto a los alumnos, el rector de la Universidad dijo: “La Universidad es lo primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión, y la más cara: ¡nuestra autonomía! ¡Viva la UNAM! ¡Viva la autonomía universitaria!”

Ese 15 de septiembre, días después de la escena de la bandera, anticipando los disturbios y tratando de calmar la situación, se publicaba en Gaceta UNAM un llamado a los universitarios en dos páginas:

Foto: Gaceta UNAM
Foto: Gaceta UNAM

En el mensaje, firmado por el rector, se lamentaban que las clases y las actividades docentes se hubieran detenido por los eventos. Sin embargo, decían que sus demandas —publicadas un mes antes— se habían cumplido “en lo esencial, por el ciudadano Presidente”. Eso sí, hacían hincapié en que faltaba esclarecimiento de los aspectos jurídicos de la autonomía. 

Sobre la Universidad, la propia UNAM decía: “ningún problema político, por importante que sea, puede llevar a nuestra institución a desacreditarse ante la opinión popular, a ser tema de injurias y difamación, a convertirse en campo abierto a lucha de facciones ni, para decirlo en pocas palabras, a que resulte la mayor víctima de un conflicto que ciertamente no provocó”. 

Foto: Especial

La escuela pedía regresar a clases, “a asumir responsabilidades” y condenaba la intransigencia de la situación. En el mismo mensaje, decían que apoyaban el movimiento de estudiantes y profesores, pues “ojalá contribuya al progreso democrático del país”

El 23 de septiembre, Javier Barros Sierra presentaría su renuncia. “Es insostenible mi posición como rector, ante el enfrentamiento agresivo y abierto de un grupo gubernamental”, decía.

Sin embargo, no aceptaron ese documento y terminó cumpliendo su mandato al frente de la UNAM hasta 1970 y sí, apoyaría el movimiento estudiantil y condenaría lo sucedido en aquella violenta tarde en Tlatelolco.

Meses después, en la siguiente Gaceta UNAM, publicada el 1 de diciembre de 1968, el mismo rector hizo algunas declaraciones importantes de mencionar. “No podemos engañarnos: a aquellos intereses que se proponen mantener su hegemonía sobre los países que todavía no alcanzan su pleno desenvolvimiento. Y a las fuerzas internas que, olvidando el servicio de la patria, coinciden con las de fuera. Sólo a ellas les interesa ver reducida nuestra Universidad a la condición que afecta, por desgracia, a otras en numerosos países latinoamericanos. Estas fuerzas quisieran verla debilitada, sin autoridad moral ni capacidad para cumplir con sus auténticas funciones que se resumen en una esencial: contribuir al desarrollo democrático e independiente del país, en beneficio de la colectividad entera y no de grupos, facciones o partidos“, escribió para hacer mención de aquellos a los que les convenía que la Universidad no cumpliera con sus fines.

La Universidad está en peligro y, por eso mismo, lo están el desarrollo democrático y la independencia del país. De ahí la enorme responsabilidad de todos los universitarios. Convocamos a todos los universitarios para que asuman su responsabilidad, para que no pongan en peligro la existencia de la Institución, para que encuentren la forma de ejercer sus legítimos derechos ciudadanos sin que ello sea incompatible con la vida de la Universidad y con el cumplimiento de sus funciones“, escribió en esta Gaceta publicada un mes después de los hechos del 2 de octubre.

Foto: Gaceta UNAM
Foto: Gaceta UNAM

Aquí puedes ver la Gaceta UNAM completa del  15 de septiembre de 1968

Y aquí la del 1º de diciembre de 1968

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