Mientras los ojos de los amantes de la Liga Bancomer MX se posan sobre el Atlante, Atlas y porqué no, también en el Puebla y Veracruz, para saber quién bailará con la más fea próximamente, muchos hemos dejado de lado la posibilidad de que alguno de estos equipos juegue en la Liga de Ascenso.
Esto obedece a que el Querétaro Futbol Club, que si bien se encuentra por encima de equipos como Pumas y Chivas en la tabla de cociente, podría decir adiós de manera definitiva a nuestro amado futbol, a menos que aparezca una manita como la que armó todo este relajito de Jaguares, La Piedad y San Luis para milagrosamente salvarles la cresta.
La empresa Oceanografía, propiedad de Amado Yañez, quien también funge como el mandamás en el club queretano, es acusada de fraude y lavado de dinero por montos millonarios ejercidos contra Pemex, bancos nacionales y compañías internacionales.
Debido a este supuesto fraude, el Comité Ejecutivo de la FMF podría desafiliar al club si lo considera pertinente, ya que en el Capítulo V de dicho reglamento, en su inciso B sobre las “Causales para la pérdida de la Afiliación”, el artículo 66 dice lo siguiente:
Un Afiliado a la FMF perderá su afiliación si:
a. Incumple con sus obligaciones financieras para con la FMF o sus afiliados.
b. Viola grave y/o reiteradamente el Estatuto Social, el Código de Ética, los Reglamentos, las Directrices o las decisiones de FIFA, Concacaf y/o la propia FMF.
c. Comete alguna falta grave a juicio del Comité Ejecutivo.
d. El Dueño y/o los Directivos del Club incurren en actos delictivos o de dudosa reputación, a juicio del Comité Ejecutivo.
e. Altere documentos oficiales presentados ante la FMF, para proceder a su registro.
f. Se disuelve la entidad afiliada.
g. No participa sin causa justificada en las competencias oficiales convocadas por el Sector o División de la FMF que le corresponda.
h. Comete desacato a un llamado de la Selección Nacional, en cualquiera de sus categorías.
i. Renuncia expresamente a ser miembro Afiliado a la FMF (separación).
Leyeron bien, de una vez podemos ir ensayando las afamadas “Golondrinas”, esas que inevitablemente suenan cuando un amigo o en este caso un mal habido competidor, si es que así se le puede llamar a alguien que busca sacar ventaja de manera tramposa, emprende la partida. De por sí nuestro futbol no se encuentra muy bien parado y luego salen tipos como este que utilizan el deporte como un arma para sacar provecho.
Hoy le escribo a Grupo Salinas, a Alejandro Burillo, y a los demás interesados en este tema, que si bien nos gustaría seguir viendo juegos como los que sus equipos en algunos momentos dan, que nos hacen emocionarnos como aficionados, que nos hacen desgarrar las camisetas al saber que cada partido es una batalla a muerte, independiente de a quién apoyemos, que pueden respirar tranquilos, hoy el Gallo no merece y no será más un equipo de Primera.
Si bien acaba de mencionar Decio de María que él prefería que todo se resolviera al final del torneo, para proceder con las instancias gubernamentales interesadas, dejemos de perder el tiempo y enfoquémonos en equipos como Chivas que van a sufrir la temporada entrante.
Dejemos que el SAE y la PGR se encarguen del caso, que según palabras de Decio, serían los encargados finalmente de decidir si se vende el equipo o qué es lo que sucede con ellos, aunque seguro al final les ponen las Gallinas Cafés de Tequisquiapan y a Delfines del Carmen, los Pescaditos del Ku–Maloob–Zaap, también de qué es lo que sucederá con el estadio y el Centro Gallo.
Hoy el Gallo ya no canta.
