En los términos más simples, un Emirato es un estado gobernado por un Emir. De la misma manera que un Reino tiene a su Rey; un Principado tiene a su Príncipe; el Califato lo maneja un Califa; o cómo un Sultanato se rinde ante su Sultán. Sin embargo, aprovechando que estamos hablando mucho de Qatar nos entró la curiosidad por saber cuáles son las diferencias, o qué tienen de especial.
¿Un Emir tiene más poder que un Sultán? ¿En qué cambia? ¿Un Califa —nada que ver con los tacos— les gana a ambos? ¿Qué changos es un Jeque? Pues acá te contamos.
Lo que sí hay que decir es que México no está precisamente muy enterado de la vida política árabe y no es como que nos enseñan estas cosas en la escuela, pero resultó ser sorpresivamente interesante… y sirve que, si andas curioseando con la historia de Qatar, te entretienes con algo.
¿Qué es un Emirato?
Pues bueno, la palabra Emir viene de la palabra árabe Amīr, que se utilizaba históricamente en términos militares. Sin meternos mucho en enredos, significaba comandante. Con el tiempo la palabra fue adaptándose, saliendo de los contextos de guerra y creciendo hasta que —en algunos lugares de Asia— comenzó a significar líder o gobernador.
Ahí les va un dato completamente inútil: de esa palabra se originó el cargo marino que ahora conocemos como almirante.
Un Emirato, entonces, es cualquier estado gobernado por un Emir, pero ojo: los emires son polémicas figuras monárquicas, que concentran el poder tanto militar como religioso. Lo pasan en sucesión entre familia y solo a sus hijos varones.
Si hablamos de tamaño, en el mundo occidental —aunque en realidad no tengan mucho que ver—, a un Emirato lo consideran comparable con principado, más o menos como Andorra o Mónaco. En tamaño nomás.
Actualmente hay pocos emires en el mundo.
Uno de ellos es el de Qatar y otro más es el emir de Kuwait. Curiosamente, el líder del Talibán en Afganistán también utiliza el título de Emir, aunque en su versión original de Amir al-Mu’minin, que significaría, más o menos, comandante de los fieles.
Los Emiratos Árabes Unidos, aunque entran en esta categoría, son una verdadera pachanga. Ahí les va una explicación veloz: son siete emiratos —cada uno con su propia corona ocupada por un emir— que se unieron para hacer una especie de monarquía federal. Ahí es que los siete emires forman parte del Consejo Supremo… pero eso sí, en ese Consejo tienen otros cargos: el de Abu Dhabi siempre es el presidente y el de Dubai siempre es primer ministro.
¿Cuál es la diferencia con un Sultán, un Califa o un Jeque?
Aquí es donde sí nos vamos a meter en camisa de once varas, pero con un breve resumen, se entienden las diferencias.
Primero, hablemos del Califa, que en términos literales, significa sucesor. Es, nada más, el puesto máximo en las monarquías del mundo árabe. Es un puesto reservado únicamente para los descendientes políticos y religiosos del profeta Mohammed. La tradición empezó cuando uno de los apóstoles se cambió el nombre a Califa Abu-Bakr, para traducirse como: “sucesor del mensajero”.
Ese título es importantísimo y como se imaginarán, un montón de reyes en la historia quisieron adoptarlo, pero —al menos actualmente— nadie tiene el poder para llamarse Califa.
¿Una historia interesante? Si recuerdan el avance de ISIS, el Estado Islámico, tal vez recuerden que era famoso porque quería instaurar un Califato para reunificar el mundo Islámico.. Su líder, por cierto, también tomó el nombre del apóstol llamándose Abu Bakr Al-Baghdadi.
Luego hablemos del Sultán, que es otra figura interesante.
Aunque no es tan poderoso en el mundo árabe como un Califa, el Sultán también es un monarca originado de la política, la guerra y la religión. Significaba algo así como “autoridad” y se refería a que no respondían ante nadie. Actualmente hay dos sultanes en el mundo, uno es el Sultán de Omán y otro es el de Brunei.
Normalmente se le compararía con un Rey, pero curiosamente, en el mundo árabe también hay reyes, como los de Arabia Saudita.
Y finalmente está la historia de jeque o sheikh que, aunque a veces parece, no significa que tengan poder absoluto. Técnicamente, es un título que se enfoca en los líderes, en los ancianos, en los más sabios de sus tribus. Es un título de honor que se usa prácticamente en todo el mundo árabe para políticos, académicos, religiosos y por cierto, existe su versión en femenino: sheika.
Resultó bastante interesante la historia de qué es un Emirato, ¿no?