En un movimiento que ha dejado al mundo entero con la boca abierta, el Presidente Vladimir Putin, ordenó la retirada de una gran parte de sus fuerzas armadas en Siria. Este anuncio fue realizado el pasado martes, después de las pláticas de paz llevadas a cabo en Ginebra.
La intervención rusa, comenzó en septiembre de 2015, dándole ventaja al Gobierno Sirio, liderado por el Presidente Bashar al-Ássad, en su lucha por recuperar el territorio ocupado por fuerzas rebeldes.
En palabras del mismo Putin, la situación en tierra ha mejorado mucho, por lo cual, la presencia de fuerzas terrestres ya no es necesaria:
“Yo considero que la misión organizada por el Ministro de Defensa y las fuerzas armadas ha sido completada.”
“Es por eso que he dado la orden al Ministro de Defensa, de iniciar las maniobras de retirada de la mayor parte de nuestra milicia de la República Árabe Siria a partir de mañana.”
En octubre del año pasado, Putin afirmó que esta intervención se enfocaba en establecer la autoridad legitima del Presidente Ássad y crear las condiciones para un compromiso político.
Desde entonces, Rusia ha dicho que los bombardeos han sido enfocados en acabar con los grupos terroristas. Pero varias naciones de occidente, han dejado ver que los ataques han sido lanzados para acabar con la oposición del Presidente Ássad.
Mientras tanto, el enviado de la ONU a Siria, Staffan de Mistura, ha descrito a las pláticas de paz como un momento de verdad:
“No existe un plan B si las pláticas llegan a fallar, regresar a la guerra sería la única opción.”
El cese a las hostilidades ha sido aceptado por la mayoría de los participantes en este conflicto. Sin embargo, ha habido múltiples reportes acerca de la violación de estos acuerdos.
Pareciera que las regiones adyacentes a Siria, podrán darse un respiro de alivio por el momento, pero conociendo al Sr. Putin, es muy posible que exista una agenda oculta detrás de esta retirada. Esperemos que esto no sea el caso.