JAVIER BÁTIZ
Llegamos al último día de este maratón que ha sido Cumbre Tajín, pero que para nosotros en realidad empezó el viernes 13, con el primer día del Vive Latino. Desde ese entonces, hemos tenido una carrera casi ininterrumpida de eventos que nos ha confirmado que marzo no es mes para los débiles. De hecho, tiene sentido que cerremos la racha musical con un viaje histórico que primero nos lleva a Tijuana. Desde ahí surge una leyenda viviente como es Javier Bátiz, contemporáneo de Carlos Santana, Johnny Laboriel, y Los Rebeldes de Rock, reconocido en muchos lados como “el padre del rock and roll mexicano”. De hecho, su presentación en Cumbre Tajín le otorga la oportunidad de compartir escenario con Santana, algo que no había ocurrido en 15 años.
Según cuenta el mismo Bátiz, fue él quien le enseñó a tocar la guitarra a Carlos Santana, por lo que vemos algo de ese estilo blues en la tocada, con mucho “sabroseo” de riffs y solos extendidos. Bátiz hace buena labor con el repertorio de canciones que lo ha acompañado por décadas, incluyendo su versión en español de “House of the Rising Sun”. Para los interesados en un poco de historia, Bátiz introduce cada canción con una anécdota de tiempos pasados, como el abuelo que aprovecha la presencia de los nietos para decirles que sus años de rebeldía si eran una chingonería, no como las ondas fresas que traen los chavos de hoy. Aunque el septuagenario se mantiene fino en la guitarra, sus vocales ya muestran demasiado los efectos de la edad y los abusos, con una voz ronca que suelta gallos por doquier. Cierto, se admira el esfuerzo, pero quizás no debería hacer esfuerzos por alcanzar algunas notas.
MALDITA VECINDAD
Y bueno, esta noche en particular se vendía como un encuentro de música, luz, y revolución, con las leyendas del rock de ayer y los rebeldes del rock de hoy, aunque tal parece que La Maldita es la única banda que podría encajar en este último perfil, y eso ya al estirar la definición de la frase. El grupo actualmente está de gira por su 30mo aniversario, y no están lejos de verse ellos mismo en la voz de uno de sus personajes que dice “No sé como se atreven a vestirse de esa forma y salir así.” Eso sí, a comparación de los demás actos en la alineación, Roco Pachukote y sus amigo son los morrillos en la fiesta familiar.
De La Maldita Vecindad ya sabemos qué esperar en cuanto a su show, en cuanto a su setlist, incluso a en cuanto a las reacciones del público: “Don Palabras”, “Pachuco”, “Lo pasado pasado”, “Kumbala”, entre otras rolas familiares, se hicieron escuchar en el nicho de la música de la Cumbre, sus visuales intercalados con escenas de La Maldita en los años en que sus conciertos creaban auténticas batallas en el público. Hoy apenas se distinguen sombras de aquellos tiempos, mucha gente cantando y brincando, prescindiendo en su mayoría de la violencia fraternal del slam. Si es de notar alguna desviación del show de siempre, son las dedicatorias entre canciones a las causas sociales del momento como Ayotzinapa, Carmen Aristegui y la libertad de expresión. Roco también hizo un reconocimiento a la comunidad del Totonacapan que los recibió, a los ancianos que fueron sus anfitriones, y los métodos de sanación espiritual.
SANTANA
Santana, headliner original del último día de la Cumbre, intercambió lugares en el programa con El Tri, pero eso no lo detuvo de tocar por dos horas, con encore incluido. Es probable que de todos los actos en el festival de cinco días, la banda de classic rock nos haya dado lo mejor de este mega-evento, y eso se debe a que Santana trae una bandota que le inyecta nueva vida a los oldies. Santana incluso invitó a Gregg Rolie a interrumpir sus compromisos con Ringo Starr and His All Starr Band para interpretar en México las canciones que convirtieron al grupo en todo una leyenda desde los hippiosos 60. Rolie fue uno de los fundadores y vocalista original de Santana hasta que dejó el grupo a inicios de los 70 para luego formar Journey con Neal Schon (otro integrante original de Santana). Así que fue un verdadero deleite escuchar “Black Magic Woman” y hasta “Evil Ways” por una parte de su clásica alineación.
Era increíble que la banda de Santana tuviera dos de todo: dos bateristas, dos percusionistas, dos tecladistas, dos guitarristas (incluyendo el mismo Santana), y dos vocalistas con güiros. Por fortuna solo había un bajista, el cual era todo una máquina por si solo. y una sección de metales, por lo que ya contábamos con todo una orquesta sobre el escenario. Y así como todo concierto de classic rock, no podíamos prescindir de los solos de TODOS los instrumentos, incluyendo el SOLO DE BATERÍA DE LA MUERTE!!!! Una (de las dos bateristas) es la esposa del aclamado guitarrista, y realmente es dueña y maestra de su oficio, ¿pero en realidad es necesario presumir ese talento con dos solos de batería? La gente ya debería percibir esas habilidades tan deslumbrantes dentro del marco de una canción. Hablando de excesos, el popurrí en el encore con los éxitos de la radio ochentera y setentera lo pudimos haber pasado por alto y nos hubiéramos quedado con un mejor concierto si tan solo se hubieran despedido con “Smooth”.
EL TRI
Para cerrar las festividades de Cumbre Tajín 2015 -y ya demasiado tarde- El Tri abrió su concierto con visuales de sus años mozos (todo una tendencia entre las bandas que tocaron esta noche, “Ok, fueron jóvenes alguna vez, eso ya lo tenemos muy claro, pero ya chole con el foto álbum”) para que luego Alex Lora se apareciera en el escenario con una máscara de luchador que portaba el símbolo internacional de la buena fortuna sobre la frente. De hecho, Lora tuvo esa máscara puesta durante las primeras tres canciones, el tiempo que se le permite a los fotógrafos estar en la fosa. En ese lapso cantó “Todo sea por el rock n’ roll”, “Abuso de autoridad”, y “Pobre Soñador”, le mentó la madre a Peña Nieto y muchas personas más, y finalmente dejó ver su rostro a la hora de tocar “Chavo de onda”, lo cual no deja de ser irónico.
Ya que las cosas pintaban para tres o cuatro horas más de lo mismo, emprendí la retirada sin más que decir.
FOTOS: Rodrigo Jardón (@donjardon)
RESEÑA: Shybraxas (@ShyTurista)