Este 8 de octubre, tras el diálogo de alto nivel de seguridad entre México y Estados Unidos, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, dijo: “Adiós Mérida, bienvenido Entendimiento Bicentenario”.
Se trata de un nuevo acuerdo bilateral sobre seguridad, salud pública y comunidades seguras entre México y Estados Unidos con el que se pone fin a la polémica Iniciativa Mérida.
Pero ¿de qué va este nuevo acuerdo? ¿qué es la iniciativa Mérida? ¿por qué es importante que se acabe? Acá te contamos.
¿Qué es la Iniciativa Mérida?
La iniciativa Mérida, que también se conoce como Plan Mérida, es un acuerdo de cooperación en seguridad firmado por Estados Unidos, México y los países de Centroamérica. Se activó el 30 de junio de 2008 por el Congreso de Estados Unidos, en la era de George Bush y en la de Felipe Calderón, en Mexico.
Por este acuerdo el Congreso gringo aprobó un presupuesto inicial de mil 600 millones de dólares que se enfocarían en encarcelar a los líderes de los grupos criminales mexicanos, aumentar los decomisos de narcóticos, disminuir la producción de drogas e incluso disminuir el lavado de dinero.
Durante el primer año México recibió 400 millones de dólares en equipo y entrenamiento, además de 65 millones para países como Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, e incluso Haití y República Dominicana.
México recibió helicópteros —repartidos entre la Fuerza Aérea y la Policía Federal—, aviones CASA, entrenamiento de personal para operaciones antinarcóticos, equipo e infraestructura para monitorear flujos migratorios en puertos y aeropuertos, camionetas de rayos X y rayos gamma, perros policías, entrenamiento en inteligencia contra organizaciones narcotraficantes, equipo de seguridad para fiscales y policías —chalecos y casos antibalas—, etc.
La iniciativa incluía un buen presupuesto para combatir el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos a México.
¿Por qué debe desaparecer la Iniciativa Mérida?
De acuerdo con la fundación InSight Crime que estudia la amenaza de seguridad nacional y ciudadana en América Latina y el Caribe, lejos de mejorar la seguridad en México, detener la violencia generalizada y la corrupción en las instituciones, la iniciativa brindó un apoyo permanente para fortalecer la guerra en contra el crimen organizado. Violencia como respuesta a la violencia.
Desde este punto de vista la fundación explica que declarar la guerra contra la droga es una visión, tal vez, lógica desde el punto de vista de Estados Unidos, pero no es ni tantito viable en México.
A pesar de que se han detenido a capos de alto poder como el propio Joaquín Guzmán Loera, cabezas de los cárteles de drogas que exportan a Estados Unidos, la operación, lucha por territorio y enfrentamientos violentos entre cárteles no se ha terminado. Por el contrario surgieron nuevos a partir de la fractura de los anteriores, por ejemplo, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Otro de los objetivos de la Iniciativa era acabar con la corrupción en los juzgados con un nuevo sistema de enjuiciamiento, con las violaciones a derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas y en general con la corrupción dentro de las instituciones.
Solo basta echar un ojo a las miles de denuncias para darnos cuenta que esto no ocurrió.
La Iniciativa Mérida y la 4T
A la llegada de Andrés Manuel López Obrador y la 4T a la presidencia, la visión federal fue reorientar los recursos recibidos por la Iniciativa Mérida a desarrollo social y no ha seguridad y militarización.
En su momento explicó que no querían que hubiera cooperación para el uso de la fuerza sino cooperación para el desarrollo.
“Queremos que la inversión se dedique a las actividades productivas y a la creación de empleos; no queremos helicópteros astillados, on queremos recursos para otro tipo de apoyos militares, lo que queremos es producción y trabajo”, afirmó en 2019.
Bye Mérida; Hola Entendimiento Bicentenario
En el diálogo de seguridad que se llevó a cabo este 8 de octubre desde Palacio Nacional entre funcionarios de alto nivel de Estados Unidos y México, se acordó que de cara al 2022 se propone una nueva “visión de seguridad y colaboración anclada en el respeto a la soberanía de cada país”.
Para ello, ambos países se comprometieron para unirse en:
- Proteger a la gente, invirtiendo en salud pública en relación con los impactos del consumo de drogas, apoyando comunidades seguras y reduciendo los homicidios y los delitos de alto impacto.
- Prevenir la delincuencia transfronteriza asegurando modos de viaje y comercio, reduciendo el tráfico de armas, apuntando a las cadenas de suministro ilícitas y reduciendo el tráfico ilegal y trata de personas.
- Desmantelar las redes criminales, persiguiendo a las personas vinculadas a financiamientos ilícitos y fortaleciendo los sectores de la seguridad y la justicia.
Es por eso que se van a firmar varios subacuerdos.
El primero tiene el objetivo de reducir la adicción a las drogas y los daños asociados. Esto a partir del desarrollo de planes para prevenir el consumo de drogas, proporcionar tratamiento y expandir la “justicia alternativa” a través de educación, sistemas de alerta temprana y rastrear la demanda de sustancia.
Además, México y Estados Unidos se comprometieron a crear la Red para la Prevención del Homicidio con una plataforma de intercambio de mejores prácticas en la prevención y la violencia.
Además de la creación de un equipo de fuerza de tarea sobre homicidios para la atención de delitos de alto impacto vinculados a organizaciones criminales transnacionales. El énfasis estará en el uso de laboratorios forenses.
En el tema de delitos transfronterizos, México firmará con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC) un memorándum de entendimiento para el Programa de Control de Contenedores Portuarios que fortalecerá el control y la gestión de envíos de precursores químicos.
“Nos comprometemos a ampliar la capacitación, aumentar el personal y aumentar el intercambio de información para fortalecer a los actores del sector de seguridad y justicia mexicano para combatir, investigar, extraditar y enjuiciar el uso criminal de armas de fuego, así como a establecer laboratorios de balística adicionales para procesar las más de 80,000 armas incautadas en México“, se lee en el comunicado.
De igual forma, ambos países cooperarán para ayudar a resolver los miles de casos de desaparecidos en México en beneficio de las familias de las víctimas y en contra de la impunidad.