Los puertorriqueños salieron a votar este domingo 11 de junio. En un referéndum sin mayores implicaciones, salvo exponer públicamente sus intenciones, medio millón de ciudadanos de Puerto Rico dieron el ‘sí’ a anexarse a Estados Unidos y convertirse en el estado 51 de la nación norteamericana: 97% de las personas que emitieron su sufragio el fin de semana se volcaron a favor de formar parte del país dirigido por Donald Trump. Aunque esta cifra es engañosa. Si algo quedó muy muy claro en la jornada del domingo es que no hay un apoyo popular determinante y contundente a ninguna de las alternativas propuestas en las boletas: ni anexarse al territorio estadounidense ni independizarse ni seguir siendo un estado libre asociado. Así lo mostró la tasa de abstencionismo: solamente 23% de los 2.2 millones de puertorriqueños contemplados en el plebiscito salieron a las calles a emitir su voto.
La independencia obtuvo apenas 1.5% de los votos, mientras que permanecer como Estado Libre Asociado, como ha sido desde 1952, contó con 1.32% de apoyo. El referéndum fue convocado por Ricardo Ricky Roselló, neurocientífico, profesor universitario e investigador quien también funge como gobernador de Puerto Rico. Roselló es el principal promotor de la estadidad (convertirse en un estado) argumentando que esta anexión es necesaria para que su país libre la crisis económica que los azota. Según los representantes del Partido Nuevo Progresista (PNP), pertenecer a Estados Unidos les permitiría un mayor desarrollo, además de que los acreedores de la isla tendrían más consideraciones respecto a ellos. Tras los resultados del domingo, Ricky Roselló dijo que el plebiscito servirá para “exigir y reclamar a Estados Unidos el fin de la indigna relación colonial“.
El líder del PNP aseguró que, con la votación, los puertorriqueños enviaron “un mensaje fuerte y claro al mundo” para reclamar sus derechos e igualdad como ciudadanos estadounidenses.
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“Este resultado es más que suficiente para llevarlo a Washington y hacer que el Congreso haga lo correcto”, declaró Luis Rivera Marín, secretario de Estado, al periódico británico The Guardian. En Estados Unidos, sin embargo, nadie se ha posicionado sobre el resultado o el plebiscito mismo. El problema es histórico y cíclico. Esta fue la quinta consulta de esta clase que se realiza desde 1967. La más reciente se había llevado a cabo en 2012. Desde entonces se vislumbraba la posibilidad de convertirse en parte de Estados Unidos. Aunque no es ningún secreto que la anexión de Puerto Rico no se ve con muy buenos ojos. Estas son algunas de las razones que impedirían que Puerto Rico se convierta en el estado 51:
1.- Los republicanos tienen mayoría en el Congreso.
2.- Incluir a Puerto Rico significa sumar una cantidad significativa de votantes a las elecciones presidenciales.
3.- Votantes con una tendencia más cercana a la demócrata.
4.- Esto sin tomar en cuenta que el Gobierno Federal deberá de otorgar presupuesto a un territorio en desarrollo, hundido en una grave crisis económica y con muchas necesidades.
5.- Se estima que Puerto Rico debe 72 mil millones de dólares en bonos de deuda pública.
6.- Aproximadamente 42% de su población vive en pobreza, mientras que el desempleo supera 12%.
7.- Si Puerto Rico lograra anexarse a Estados Unidos, sería el estado más pobre de todos.