Las ilusiones ópticas suelen ser algo que nos fascina, porque siendo la vista nuestro sentido principal estamos constantemente al pendiente de los objetos que nos rodean, pero rara vez caemos en cuenta de la cantidad bestial de información de procesan nuestros oídos todos los días y por eso mucho de nosotros desconocíamos que existieran las ilusiones auditivas.
Por ejemplo, la Paradoja del Tritono, diseñada por Diana Deutsch. Escucha estos sonidos y trata de identificar en los cuatro casos si el sonido va de grave a agudo o de agudo a grave y luego compáralo con más personas:
Probablemente como con “el vestido”, habrá muchas discrepancias. Es raro pensar que todos estamos escuchando algo diferente, pero en realidad el sonido esta creado de tal forma que contiene tanto una nota más aguda como una más grave, pero nuestro cerebro tiene preferencia por escuchar una u otra.
Un audio en el que todos escuchamos lo mismo, pero estamos siendo engañados por igual, es la Ilusión de Tonos de Shepard. Escuchen el siguiente clip y escucharán una frecuencia que parece subir de tono infinitamente, cuando en realidad es un grupo de frecuencias que alternativamente bajan una octava mientras las demás siguen subiendo provocando la ilusión de subir indefinidamente.
Una ilusión auditiva que también involucra la vista es la llamada Efecto McGurk. Denle play al video que ponemos aquí abajo, pero cierren los ojos, sólo escuchen, después vuelva a reproducirlo mientras ven el video.
Lo más probable es que primero hayan escuchado ba-ba, ba-ba, pero al abrir los ojos hayan escuchado ga-ga, ga-ga. Esto pasa porque nuestro cerebro trata de mezclar la información que están recibiendo nuestros ojos y nuestros oídos a la vez.
La siguiente ilusión tiene que ver con lo que “esperamos” escuchar. Nuestro escucha un voz y “espera” oír palabras así que al darle play al ambiguo audio de abajo podrán escuchar cualquier variante entre “bueno”, “go away”, “no ve”, “rainbow” o cualquier palabra que tu cerebro decida crear para darle orden a lo que estás escuchando.
Para finalizar, hay una ilusión que escuchamos todos los días, si están oyendo música cierren los ojos y traten de señalar el lugar de donde creen que viene el sonido del bajo, la voz o la tarola de una canción. En la mayoría de los casos la respuesta es “al centro”, pero realmente eso no esta pasando, tus oídos son “engañados” al recibir la misma información en ambos audífonos o bocinas y tu percepción te hace creer que hay una fuente de sonido al centro cuando en realidad todo viene de los lados.
Un ejemplo viejo, pero increíble de los lejos que puede llegar nuestra percepción auditiva, es la “Barbería Virtual”, donde, gracias a la grabación binaural podemos sentirnos como si estuviéramos recibiendo un corte de cabello.
Si se quieren sacar de onda un rato, conecten sus audífonos y dejen que sus oídos hagan el resto.