Luego del sismo del 19 de septiembre, miles de familias se quedaron sin hogar debido a que el inmueble en el que vivían colapsó o quedó inhabitable. Desde entonces muchas de estas personas viven en la calle, en campamentos improvisados, junto a lo que fueron sus casas.
Para hacer frente a este desastre, en Puebla surgió una iniciativa por parte del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica de la Universidad Iberoamericana de Puebla y la iniciativa Puebla Bambú, la cual está integrada por ONG, empresas y productores, para construir casas temporales de bambú y que estas familias tengan un lugar donde vivir en lo que el gobierno reacciona se lleva a cabo la reconstrucción de sus viviendas.
El primer lugar al que llegaron es San Juan Pilcaya, una de las zonas más afectadas por el sismo en este estado, en donde más de 300 familias se quedaron sin casa y viven a la intemperie, ya sea en sus patios o en la calle. Gracias a la donación de bambú por parte de productores locales de la Sierra de Puebla, arquitectos, especialistas, estudiantes y beneficiarios empezaron a trabajar para armar estos espacios. Para el 9 de octubre, ya se habían construido siete espacios, el objetivo es construir 100 casas en Pilcaya y capacitar personal para que estas casas temporales lleguen a más familias. Las estructuras miden tres por cuatro metros y ofrecen un espacio habitable hasta por periodo de un año y medio. El costo por módulo oscila entre los 15 y 20 mil pesos, dependiendo del tamaño. Ojalá que esta propuesta prospere y se replique en más zonas afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
En un comunicado, el gobierno de Puebla informó que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y la Secretaría de Desarrollo Social del Estado (SEDESO) están levantando el censo de viviendas dañadas en los 112 municipios afectados por el temblor. Una vez realizado, “iniciarán los programas de construcción, autoconstrucción y reparación de viviendas, según el tipo de daño”.
