Podrán decir lo que quieran de los franceses pero una cosa es innegable: cuando deciden manifestarse no se andan a medias tintas. Este 1º de mayo —durante las protestas por el Día del Trabajo— policías y dos bandos distintos de manifestantes se agarraron a cates en las calles París.
De acuerdo con el Ministerio del Interior en Francia había cerca de 150 mil manifestantes en todo el país y unos 16 mil en la capital.
Paris May Day protests: Police and demonstrators clash https://t.co/Dj7wkuhhdj
— BBC News (World) (@BBCWorld) 1 de mayo de 2019
Gases lacrimógenos, ventanas rotas, golpes, mini-incendios, proyectiles y decenas de corretizas fueron las imágenes que le están dando la vuelta al mundo esta mañana. Eso sí, para hacerle el paro a la prensa mundial, los manifestantes franceses se organizaron como en Parchis: cada quién tenía su color.
Primero, vestidos de rojo, marchaban las uniones sindicalizadas de Paris que tradicionalmente usan este día para hacerle eco a sus peticiones. De acuerdo con las autoridades francesas, estos grupos fueron mayoritariamente pacíficos… hasta que llegaron los otros tres.
Los chalecos amarillos aprovecharon la oportunidad para continuar con sus nada silenciosas protestas y empezaron a chocar violentamente con la ficha azul —la policía, pues— que trataba de contener al contingente. En ese momento, llegó la temida ficha negra, un grupo conocido como “bloques negros” que, armados con palos, piedras y capuchas, iniciaron la mayor parte de las agresiones contra todos a su alrededor.
De acuerdo a la BBC hay más de 200 detenidos.
La policía pidió a los grupos pacíficos deslindarse de los violentos y cómo se habrá puesto el ambiente que hasta los manifestantes originales abandonaron el lugar.