No, no es tu imaginación: en estas últimas semanas el descontento social alrededor del mundo se está haciendo notar… y con muchísimas ganas. Aprovechando que ya estamos despidiendo el año —y de paso la década— el olor a cohetones, represión, macanazos, injusticia y gas lacrimógeno inunda el ambiente.
Las protestas y manifestaciones se están poniendo tremendas para donde voltees.
Eso sí, no discriminamos. Hay de todos colores y sabores: las protestas son contra gobiernos de derecha y de izquierda, europeos, americanos, independentistas, comunistas, capitalistas, neoliberales, indigenistas, religiosos y ateos. Todos se están pasando de tueste… pero luego está bien complicado acordarse en dónde —y por qué— se están peleando en cada uno de los países. Por eso, armamos una guía rápida de todas las manifestaciones que se están organizando en el mundo entero con una breve explicación de sus razones.
Bolivia
En Bolivia, las protestas se originaron después de una sospechosa victoria de Evo Morales en las elecciones más recientes.
Cuando el presidente buscaba conseguir su cuarto mandato consecutivo, a las autoridades se les cayó el sistema de conteo de votos durante 24 horas. Cuando regresó, resultó que Morales había ganado cómodamente sin la necesidad de irse a una segunda. Al instante comenzaron las acusaciones de fraude y la desobediencia civil que fue respondida a macanazos. Oficialmente, el gobierno declaró “estado de emergencia”.
Chile
La gota que derramó el vaso en Chile fue el aumento de 30 pesos chilenos al costo del transporte subterráneo… pero sirvió de excusa para protestar contra un montón de carencias sociales.
Chile es el país más desigual económicamente de toda la OCDE. Entonces, mientras las protestas —en su mayoría estudiantiles— se iban contra el Metro, el resto de la población aprovechó para protestar frente a un sistema donde las medicinas, los servicios, la salud y hasta la educación están fuera de alcance de la familia promedio. El presidente Sebastián Piñera dijo que su país estaba en guerra, literal, antes de mandar a 10 mil soldados a las calles. Luego pidió perdón y canceló los aumentos… pero los ánimos siguen calientes.
Ecuador
Las protestas en Ecuador se originaron gracias a que el presidente Lenin Moreno anunció el decreto 883 —acompañado de una política de austeridad— que le elimina el subsidio a los combustibles.
Este decreto ocasionó que el precio de todos los transportes subiera y, de paso, también el costo de vender productos de agricultura, por lo que las protestas en Ecuador incluyeron a todos los grupos sociales. Después de días de manifestación y represión, Lenin Moreno canceló esta decisión el 13 de octubre, pero quedó una duda muy importante: todo empezó porque el país entero le pidió 4 mil 200 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).
España
En España, el mal humor social —saludos, EPN— arrancó porque un tribunal mandó a la cárcel a los líderes independentistas de Cataluña.
Por organizar el referéndum de independencia del año antepasado, el Tribunal Supremo sentenció a nueve prominentes catalanes a la cárcel por el delito de sedición. Las calles se han llenado de policías, llamas, golpes y cerca de 500 mil manifestantes prácticamente cada noche. A grandes rasgos, Cataluña es una de las regiones más ricas—con su propio idioma, bandera, parlamento y cultura—, pero históricamente han peleado con Madrid pues les pide demasiados impuestos para mantener otras partes más pobres de España.
Líbano
WhatsApp. En Líbano las protestas empezaron después de que las autoridades propusieran un impuesto de 6 dólares al mes por las llamadas dentro de esa aplicación.
La puntada digital del gobierno sirvió para encender a toda la población que explotó frente a los malos manejos de la administración: corrupción, nepotismo y —acusan— tratos oscuros con los bancos, que han permitido el saqueo de las arcas públicas. La adeudada situación económica del país del cedro tampoco ayuda ni tantito. Aunque el impuesto a WhatsApp ya se canceló, las protestas para que renuncien los principales políticos siguen a todo lo que da.
Hong Kong
El caos en Hong Kong se desató después de que sus autoridades propusieran una ley de extradición a China que podría significar la desaparición de su autonomía judicial.
Ya hasta cancelaron la ley, pero todas las protestas han ido escalando. La policía —ayudada por China— ha sido cada vez más violenta con los manifestantes y ellos han aumentado las agresiones: se han registrado fallecimientos, varios. Las peticiones ahora incluyen elecciones libres en Hong Kong y amnistía para los cientos de personas que han sido detenidas por protestar. El presidente de China solamente dijo que cualquier intento de dividir a su país terminaría con más violencia.
Siria
Prepárense para el enredo: después de que las tropas de Estados Unidos se retiraran del norte de Siria, las fuerzas militares de Turquía lanzaron un ataque contra los kurdos que ahí vivían, un pueblo rebelde que ayudaba a los gabachos en su lucha contra el Estado Islámico (ISIS).
La zona está devastada por la guerra… pero las protestas contra la “traición” de los militares de Estados Unidos se llenó de palos, piedras y tomatazos. Mientras, un montón de presos del Estado Islámico (ISIS) fueron liberados durante los ataques aéreos de Turquía y miles de vidas corren riesgo por estas ofensivas tan atrabancadas.
Y todos, todos, los demás…
Estos son solo algunos de los ejemplos más sonados que le han dado la vuelta al mundo. Sin embargo, también hay otros cientos de protestas que están haciendo cada vez más ruido en la que los conflictos se están poniendo cada vez más tensos: China y su situación con los musulmanes, Irán y su control de los canales petroleros en Oman o las mismas protestas por Brexit que ya subieron de tono.